Así lo decidieron debido a la reglamentación vigente para circular por la pandemia imperante. Es por ello que el actor chileno descansa en su casa de soltero y permanece cerca de sus hijos varones, fruto de su amor con la modelo Pampita.
Por motivos laborales, Benjamín Vicuña debió instalarse por más de dos meses en su país natal, Chile, para así cumplir con su abultada agenda y también supervisar los negocios que mantiene junto a Gonzalo Valenzuela. Una vez que terminó los cometidos, quiso regresar a la Argentina. Debió cumplir una serie de requisitos para evitar la propagación del coronavirus, por lo que se atrasó su llegada a Buenos Aires donde lo esperaban sus cinco hijos y su pareja María Eugenia Suárez recién recuperada de la pandemia que azota a toda la humanidad.
Luego de retomar su vida, La China viajó a Miami para cumplir con una campaña publicitaria pero también para acompañar a los papás de su íntima amiga fallecida por un cáncer de útero, Sofía Sarkany.
En este marco, la pareja estuvo desencontrada y se generaron rumores sobre una supuesta separación en puerta donde los roces y asperezas le habían ganado al amor. Es más, Eugenia viajó con los dos hijos pequeños que tiene junto a Benjamín, Magnolia de tres años y Amancio próximo a cumplir unos meses. Por su parte, el actor estaba a cargo de los tres hijos que tuvo con Pampita y no podía moverse de Buenos Aires.
De esta manera, estuvieron otras semanas más separados y se tejieron toda clase de infortunios alrededor de los famosos de la farándula vernácula. Ahora, el galán se hizo presente en un homenaje a su hija Blanca que recibió en una plaza porteña y allí aclaró que no está separado ni mucho menos. Debido a las reglamentaciones vigentes para circular decidió quedarse en su casa de soltero ubicada en Palermo para así poder llevar a sus hijos al colegio mientras que María Eugenia está en las afueras, en una casa ubicada en la Provincia que alquilan en un barrio cerrado con los retoños menores. Así fue que lo decidieron por comodidad y no porque haya roces entre ellos.
Además, se encuentran en las vísperas finales del rodaje de una serie que los muestra como pareja clandestina y donde Carla Peterson es la psicóloga que los trata en una terapia algo innovadora.