Martiño Rivas: “Yo quería ser director”

La serie protagonizada por el actor español analiza el cambio en la industria del porno a partir del ingreso de Nacho Vidal y su meteórico ascenso.

Espectáculos

12/04/2023 - 00:00hs

El internado, Las chicas del cable y Sé quién eres son solo algunas de las series que posicionaron a Martiño Rivas como uno de los intérpretes más talentosos de su generación. Ahora protagoniza Nacho, que puede verse en LIONSGATE+, inspirada en la vida de la estrella porno Nacho Vidal, quien rodó 700 películas y dirigió casi 150. Hablamos con Rivas en exclusiva para conocer más detalles de la propuesta.

—Antes de hablar de la serie, contame, ¿cuándo supiste que querías ser actor?

—Tardé bastante. Yo hice una serie en Galicia, yo soy gallego, soy de Coruña. Hice una serie para la televisión de Galicia con 14 años. Y fue muy popular, de ahí salieron toda una camada de actores gallegos que han triunfado a nivel nacional como Luis Tosar, Luis Zahera, Carlos Blanco, entre otros. Para mí fue una experiencia que me marcó a la infancia y luego no sabía yo hasta qué punto me iba a condicionar mi liga de adulto. Luego ya de mayor estudié la Licenciatura de Comunicación Audiovisual, yo quería ser director y para aprender un poco a analizar un texto dramático y a hacer una puesta en escena y a saber darle indicaciones a los actores, pues me metí en una escuela de teatro y al final acabé de actor, o sea que sucedió un poco, aunque mi primera experiencia fue muy pronto, fue con 14 años y no hasta los 19 años que quería intentar ganarme la vida con esto.

—¿Y el sueño de dirigir sigue o ya bajaste los brazos?

—Me gustaría dirigir teatro algún día. Me siento mucho más cómodo ensayando con actores en un espacio vacío. Todo lo que tiene que ver con el aspecto de la técnica las luces, la cámara, todo eso me interesa a mí. Pero me intimida mucho, no es mi terreno, yo me siento más cómodo con el texto, ¿sabes?

—¿Cómo es para vos encarnar un personaje contemporáneo? ¿Hay más presión?

—Bueno, yo he intentado desde el principio quitarme esa presión porque si la pretensión de esta producción fuese hacer un biopic verdaderamente riguroso y de corte documental. Probablemente no hubiesen optado por mí para interpretar a Nacho porque físicamente tampoco tenemos tantas similitudes. El simple hecho de que se plantease la posibilidad de que yo pudiese hacer de Nacho creo que era una opción muy contraintuitiva.

—¿Tuviste contacto con Nacho en alguna de las instancias?

—Sí, sí, claro. Nacho ha tenido un rol activo, ha sido partícipe de la serie en muchísimos encuentros y reuniones.

—Habiendo participado de la serie, ¿te aportó alguna otra mirada con este mundo del entretenimiento? En el último tiempo, bueno, la serie lo hace, hay otra película de una directora sueca que se llama Pleasure que muestra un poco el detrás de escena, de qué pasa con esta gente...

—Gracias por juntar esta película, porque fue el otro momento clave a la hora de decir esto, hay que contarlo. Para mí fue la biografía de Nacho y ver Pleasure. Esa película me volvió loco, yo creo que es increíble. Y ojalá podamos acercarnos un poco a eso, pues mira, si yo tenía prejuicio respecto a lo oportuno de retratar este mundo, después de ver Pleasure se fue todo al carajo y dije: “No, no, no, esto hay que contarlo como sea, hay que meterse en la piel de Nacho”. Y bueno, lo que me ha cambiado es sobre tomar conciencia de lo complicado que es esto. Estamos hablando de estas figuras, gente que se gana la vida con esto, que es su sustento y que son profesionales verdaderamente de la industria para el entretenimiento, porque hoy en día cualquiera puede coger un móvil o una miniDV y grabarse, pero eso no te convierte en actor porno.

La gente que se dedica a esto tiene unas cualidades muy especiales y sobre todo yo creo que tiene una forma de concebir el sexo que dista mucho de la que tiene el resto de los mortales para nosotros. Casi todos, yo creo, por lo menos para mí es algo que va ligado a la emoción, al sentimiento, y creo que ellos consiguen convertirlo casi en un acto gimnástico, en lo cual compartes algo que, en principio, es algo muy íntimo. Pero, sin embargo, lo estás ejecutando o lo estás llevando a cabo en un terreno frío y hasta hostil, como puede ser un set de grabación, que, bueno, en el cual, pues, no es nada. No es la atmósfera más cálida y más sensual, digamos, para hacer la práctica del sexo.

—¿Cómo fue prepararte físicamente para el papel? ¿Te demandó mucho ejercicio y cambios en tus rutinas?

—Bueno, yo normalmente ando por la calle sobre los 74, 75 kilos. Tuve seis semanas, siete semanas para irme a 81, conseguí empezar la serie con 81 y cuando la terminé estaba en 75 ya otra vez. Eran muchas horas de grabación y entonces pues no podía mantener esa intensidad de entrenamiento, para parecer fuerte en pantalla, simplemente con que tengas con unas abdominales marcadas, la cámara ya te pone unos cuantos kilos encima, siempre vas a dar la sensación de ser bastante más voluminoso. Esto es algo que me sucede con las películas de boxeo, a mí me gusta mucho el boxeo y siempre me molesta cuando hacen las vidas de los boxeadores, siempre son actores que están mazadísimos y son supergrandes.

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