Pilar Oddone: “Tenemos hambre de darnos a oír”

A raíz de una invitación, la intérprete multifacética Pilar Oddone puso manos a la obra para cantar y formar parte de una producción audiovisual. Es por ello que fue entrevistada por diario Hoy y dio a conocer todos los detalles.

—¿Bajo qué circunstancias surge este proyecto?

—El proyecto de grabación de Aparecida fue una invitación de Raúl Pandolfi, a comienzos del acontecimiento pandémico. Estábamos todos resignificando y volviendo a inventar nuestras prácticas artísticas y laborales, dándole vueltas al asunto; a veces con bastante angustia pero pensando en cómo íbamos a conquistar lo nuevo salteando el obstáculo, la falta. Eso tensionó los cuerpos y los sueños de una manera potenciadora. Durante meses, todos los viernes por la tarde logramos encontrarnos con Raúl y Pampi Torre, que fue la coproductora del disco. Nos encontrábamos a hacer juntos una máquina deseante de música. Abrazaron mi canto, su singularidad, en búsqueda de responder a las huellas de mi voz…

—¿Qué podés contarnos sobre la canción que estás presentando? ¿Y sobre el material audiovisual?

—Necesité cantar Sonhos, necesité decir esa palabra y que ese canto arropara mi voz. Cantar el duelo. Darle vuelo… alumbrar la poética propia, más allá de las miradas de otros… Un día de gran tristeza decidí salir a caminar por el río, y en ese viaje supe que mi cuerpo y mi voz están cargados de otras voces y otros cuerpos. Tuve una imagen como una aparición, mi silueta atravesada de franjas como veladuras. Vi el pelaje de un caballo rojo, la piel trama del monte, nombres de muchísimas personas escritos a mano atravesándome. Gretel Martínez fue mi intérprete, mi aliada en esa confabulación poética y visual, casi diría un sueño que tiene sus imágenes y las mías; la danza del mundo erótico que compartimos las mujeres cuando nos reúne una complicidad. Llevar a lo visual la claridad de que “mi cuerpo” y “mi voz” son sucesos colectivos.

—¿Qué mensajes están detrás de tu arte?

—Me gusta pensar en la palabra “revuelta” y en la palabra “transformación”. Primero en la ampliación de mi mundo, en las prácticas artísticas que han hecho eso posible, las que los siguen haciendo cada día. Quizás de ahí devenga esa apertura para otros. Más que en mensajes pienso en movimientos que quizás resuenen en otros cuerpos.

—¿Qué opinás sobre las nuevas formas de lanzamiento?

—Ciertamente también hacemos lo que hacemos porque tenemos hambre de darnos a oír, dar cuenta de nuestra voz en el mundo; entonces aparece la necesidad de aprender las estrategias necesarias para que eso suceda. Tengo la intención pícara de que las plataformas digitales, las redes, el uso del teléfono, sean al servicio de ese deseo; que la gente oiga y disfrute lo que hacemos y no de quedar al servicio noso­tros de ese mundo virtual, pero sobre todo industrial, que nada tiene que ver con nuestros intereses. ¿Se podrá?