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Durante una entrevista con este multimedio, el cantante y responsable de varios hits habló sobre la vigencia del arte y acerca de sus actuales modos de producción.
08/03/2021 - 00:00hs
Durante una charla con diario Hoy, el cantante Rubén Matos recordó los inicios en el programa Alta tensión. Además, evaluó el éxito y rememoró a los compañeros que supo tener y junto a los que entabló una amistad que trascendió las fronteras.
De pequeño, Matos repartía su tiempo entre la música y el fútbol, jugando en las inferiores de San Lorenzo y escuchando discos de The Beatles, Rolling Stones y Jefferson Airplane. Por esa época pasó por varios grupos musicales como The Tanks, Mau Mau y Tarjeta Postal. Con éste último, en el Primer Festival de Música Beat, obtuvo un merecido reconocimiento.
Luego llegaría su ingreso a EMI Odeón, el éxito del programa de Canal 13, conducciones, algunas obras musicales inspiradas en la nostalgia, y mucho más.
En la actualidad, el músico (también conocido como Rubén Mattos, con doble t) está inmerso en nuevos proyectos que siempre tienen relación con el arte. Asimismo, continúa junto a Tormenta con un programa radiofónico que homenajea los hits de toda la vida.
—Tras los éxitos y tantos hits inolvidables, ¿de qué manera siguió la vida? ¿Continuaste inmerso en el arte?
—Seguí tras el arte, haciendo canciones, componiendo. Tuve la suerte de grabar en las dos compañías de discos más emblemáticas que hubo en Argentina, que competían como River y Boca. Las mismas fueron la RCA y CBC, donde trabajé y grabé una serie de temas melódicos y románticos. Me gustaba mucho la balada italiana, entonces compuse canciones junto a Piero y Juan Marcelo. Tuvimos una saga de éxitos con los que viajé a Colombia, Panamá, Costa Rica y México por mucho tiempo. Imaginate que estuve casi un año dando vuelta por estos lugares, presentando el disco. El arte continuó hasta el presente porque estoy inmerso en otros proyectos como La canción del pobre, un nuevo tema que lancé de forma reciente, grabé, produje y compuse con Abel Montenegro y Juan Marcelo. También existen otros que son de mi autoría que aún no son muy difundidos porque la gente se quedó con el recuerdo, la nostalgia, los años dorados, los viejitos piolas o como se los quiera nombrar. Estoy con un programa radiofónico que tengo junto a Tormenta llamado La música de tu vida por Argentinísima Satelital que ya lo habíamos hecho en Canal 7 y también en el 26. Para todos los demás, estoy esperando que pase esta pandemia a ver cómo se desenvuelve todo y siempre teniendo las mejores expectativas.
—¿Qué recuerdos podés traer al presente en relación a esa época dorada?
—-Tengo los más lindos porque fueron tiempos despreocupados, llenos de alegría, de experiencias nuevas, conocimientos y sorpresas. Imaginate ser joven y estar en un programa que sin querer llegó a ser un éxito, un referente de aquella época de los 70 en relación a la moda y la música. Todo lo que puedo recordar es lo mejor. Los compañeros como Fernando Bravo, Susú Pecoraro, Susana Romero, Mónica Jouvet, María Vilariño, José Esperoni, entre otros. Vivimos los mejores momentos, que sería bárbaro repetir, pero uno no puede volver el tiempo atrás. Esa fue la plataforma para poder mostrar lo que hacíamos y lo que me sirvió para continuar con la canción.
—¿Cómo explicás el éxito de Salta, Salta, que se volvió un clásico en cualquier fiesta familiar?
—Es algo inexplicable, porque uno usualmente graba un disco, lo suelta y lo deja ir sin saber qué puede pasar. Muchos artistas grabaron canciones maravillosas donde tampoco ha pasado nada. No por hablar de fracaso sino por no tener el resultado esperado. Nosotros tuvimos una repercusión, gracias a Dios, una captación del público automática dado por el programa de televisión, su frescura y lo naif que fue. De esta manera marcó a los jóvenes, a los niños, a los grandes por una causa de diversión y ritmo. Tuvo un éxito increíble en Centroamérica, en Europa. Salta Salta; Buenas noches queridos conejos; Que la dejen ir al baile sola. Todos esos éxitos quedaron en la memoria de la gente, en la cultura nacional. No hay fiesta que no se precie de tal en la que no se escuchen, y como digo siempre después del segundo vino, bailando, divirtiéndose con esos temas.
—¿Y por qué creés en la eterna vigencia? Y encima llegaron a las canchas de fútbol…
—Sucede que está en el gusto popular, las adaptaron con otras letras los equipos de fútbol siendo esto muy difícil que suceda en una hinchada. El ingenio del fútbol te asegura el éxito porque trasciende la difusión de las radios. Así que el emblemático “Mirá, mirá, mirá, sácale una foto…” es una de las canciones que fueron cantadas por muchas hinchadas.