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Eli Ben-David: “Dirigir y actuar fue un infierno”

Con diez episodios, la serie The attaché cuenta la historia de Avshalom, un judío israelí de ascendencia marroquí y músico exitoso que se traslada a París por el nuevo trabajo de su esposa.

Eli Ben-David es el showrunner, director y protagonista de la serie The attaché, que el 14 de marzo estrena en StarzPlay. Diario Hoy dialogó en exclusiva con él para Argentina, buscando saber detalles de la propuesta.

—¿Cómo fue estar delante y detrás de las cámaras?

—Fue un infierno, no lo hagan, si alguien te dice que es fácil, la respuesta es no. Hasta ahora he escrito mis historias y las dirigí, pero acá fue técnicamente complicado, el proyecto lo era, hemos rodado en varios países, y con equipos de varios lugares, y yo tenía que coordinar todo eso y actuar. Cuando actuaba era como estar volando en avión, en los vuelos nadie puede llamarte al celular, así me sentía, y cuando decía “corte”, ahí comenzaba todo de nuevo. Cuando sos actor necesitás que el director te ubique en el momento, porque tiene el punto de vista general, y eso tenía que hacerlo todo el tiempo, fue muy desafiante, complicado y nunca volveré a hacerlo.

—¿Cómo te sentís al ser parte del boom de contenidos y películas de Israel?

—Creo que responde a que todos nos hemos convertidos en globales, hace 10 años si alguien escribía o filmaba se hacía en inglés, ahora todo se hace en hebreo, como esta superproducción, creo que estamos más abiertos al lenguaje. De hecho investigando, el lenguaje es solo el 10 por ciento de nuestra comunicación, las palabras. Esto responde un poco a la pregunta y además que hemos lidiado con muchos conflictos durante todo el tiempo, y eso nos brinda materiales para grandes historias.

—¿Cuál fue la principal inspiración de The attaché?

—No está basada en algún hecho particular, sino en mi vida, vivía en Tel Aviv y tuve que relocalizarme. Esta es simplemente una historia de amor, de un hombre que pierde a su mujer. Para complicar las cosas, está el tema de los ataques, la identidad, el lenguaje, pero el principal tema es el amor. No es una serie política, no es sobre el conflicto árabe-israelí, es una historia de amor en la capital del amor, París, irónicamente.

—En la serie se muestra cómo un hombre sigue a su exitosa mujer, algo no frecuente en la televisión. ¿Qué querías contar con eso?

—No quiero decir que es un proyecto feminista. Para mí es un proyecto que habla del amor, y él sigue a su mujer; en mi casa me dijeron siempre que no arruine los sueños de otro.

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