Un amor explosivo

Tras su separación luego de casi 6 años de matrimonio con Kim Kardashian, Kanye West se dedicó a cuidar a sus hijos y a producir sus nuevas canciones. Sin embargo, el amor tocó a su puerta gracias a la modelo Irina Shayk y sus notables encantos.

La pareja decidió recorrer Francia y sus costas encantadas en un fin de semana romántico donde fueron descubiertos por los paparazzis que los encontraron de lo más acaramelados. Así fue que el cantante y político frustrado festejó su cumpleaños número 44 acompañado por la modelo rusa que supo ser pareja del actor y galán Bradley Cooper.

Vale mencionar que la joven se hizo famosa por protagonizar campañas textiles europeas y por ser modelo de alta costura en el mercado norteamericano. Asimismo, la popularidad vino de la mano también de sus romances con dos figuras como el jugador de fútbol Cristiano Ronaldo y luego con el intérprete mencionado que además es el papá de su hija Lea que nació en el 2017.

Por su parte, Kanye mantiene una excelente relación con su ex, porque comparten la custodia de sus hijos y aún mantienen negocios en común que prosperaron durante la sociedad conyugal.

Una muestra de su vínculo cordial está dado porque ambos participaron de las últimas ediciones del reality show de la familia Kardashian que se mantiene al aire hace más de una década. Ahora, se convirtió en una producción que tendrá su propia señal emisora.

Por otra parte, el buen muchacho curó las obras y modelos que estuvieron en la galería de arte que recibió su suegra por su cumpleaños. Lo más importante a destacar es que si bien ya no forma pareja junto a Kim, el respeto y la unión familiar son los valores que destacan por sobre cualquier otra situación.

Ahora, sin dejar de lado su ambición de poder insistir en su rol político, el hombre fundó una escuela de arte con valores religiosos y consignas innovadoras que dejan entrever su costado filantrópico.