Un revés mediático para Piqué

A principios de junio, los rumores de separación entre Shakira y Gerard Piqué se instalaron, pero los famosos se llamaron a silencio para dejar que las aguas se calmaran.

Con el correr de los días, los hechos no llegaron a buen puerto y es por ello que la expareja decidió emitir un comunicado para advertir que estaban por caminos distintos. Prefirieron mantener un perfil bajo debido al momento difícil y con el fin de preservar a los hijos en común que aún son muy pequeños.

En la actualidad, los dos viven en casas separadas y continúan con sus trabajos. Él se desempeña como futbolista en el Barcelona y ella en el nuevo disco que sacará a la brevedad.

El texto que publicaron rezaba: “Lamentamos confirmar que nos separamos. Por el bienestar de nuestros hijos, que son nuestra máxima prioridad, solicitamos respeto a nuestra privacidad. Gracias por su comprensión”.

Hasta ese momento no se sabía bien qué había ocurrido, pero surgieron fotografías del deportista junto a una joven rubia que fue indicada como la tercera en discordia.

En esta trifulca, el joven fue visto con esa mujer mientras que una empresaria que también se encontraba en el lugar le pidió un saludo para su hijo. Ante la negativa, decidió compartir las imágenes del nuevo romance y así ­trascendió la realidad sentimental del futbolista.

Desde antes de la separación de hecho, el muchacho tenía salidas semanales con sus amigos, pero se habría escapado con compañías femeninas.

La estrategia era que sus amigos lo ayudaran, pagar todo con efectivo y usar teléfonos descartables para poder esconderse de las investigaciones de su esposa.

Ahora, la pelea mayor versa sobre la tenencia de los dos hijos, Milan y Sasha que residen en España. De esta manera, los menores deberán residir allí y sus padres no podrán cambiar los lugares de los domicilios.

En relación a la fortuna, cada uno supo cosechar sus bienes materiales y líquidos, pero los ata lo que produjeron gracias a trabajos publicitarios en conjunto.

En este sentido, van a acudir a la Justicia o en un acuerdo privado para que queden claras estas situaciones y luego puedan dar vuelta a la página.