Wolverine, solo para adultos

Hugh Jackman quiere irse de la franquicia de X-Men con el mayor éxito posible y a su manera. Para eso sacrificó parte de su sueldo 

En el principio de este año, Deadpool, con Ryan Reynolds, logró números impresionantes en taquilla, unos que ninguna cinta de los mutantes logró conseguir previamente: US$ 782 millones alrededor de todo el mundo.

Uno de los secretos fue que la cinta dirigida por Tim Miller consiguió en Estados Unidos lo que se conoce como clasificación R, es decir, solo para adultos. 

Si bien no tiene escenas demasiado subidas de tono, sí el lenguaje que se utiliza es soez, vulgar y tiene bastantes insultos ingeniosos.

Hugh Jackman, quien se despedirá para siempre de su personaje Wolverine en la película Logan, que se estrenará en marzo de 2017, quiere emular el mismo éxito. Por eso, en la ficción que dirigirá James Mangold  (Wolverine inmortal, y Walk the line, la biografía de Johnny Cash), el actor australiano resignó parte de su sueldo para que la historia sea exactamente como él quiere, y además, que consiga la clasificación solo para adultos que tan bien le vino a su colega mutante.

Esta decisión por parte del intérprete también le permitió a la productora Fox, dueña de los derechos para explotar en el cine a los X-Men, buscar la calificación más elevada sin sufrir riesgos. Y es que las cintas R han conseguido mejores números en taquilla últimamente.

La última película, que mostrará una versión madura del mutante más querido, estará ambientada en un futuro no muy cercano, en el que los mutantes ya no forman parte de la sociedad, puesto que han sido exterminados en su mayoría. En ese mundo, Logan tiene que soportar fuertes dolores que sufre por el fallo provocado en su gen de curación.

Ante la aparición del Profesor X (Patrick Stewart), Wolverine debe volver a la acción para proteger a una niña llamada Laura, que tiene poderes extremadamente parecidos a los suyos.