“Al auto hay que tratarlo bien”: consejos para que el frío no te deje caminando

En épocas de bajas temperaturas, son muy importantes algunas medidas mínimas para cuidar los vehículos. Diario Hoy dialogó con un especialista sobre el tema.

Nuestros meses de invierno pueden ser muy duros, y el interior de un auto estacionado puede estar tan frío como la heladera cuando el conductor entra. A lo primero que atina uno es a prender la calefacción, pero como está estrechamente ligada al motor de combustión, no solo tirará aire frio, sino que además puede estar generando una serie de problemas en el motor, que finalmente puede terminar rompiéndose.

Para saber cómo manejarse con el automóvil en estos meses de frío intenso es que Diario Hoy se comunicó con Marcos Conte, mecánico del barrio de La Loma, quien brindó algunos consejos para no terminar “a pata”.

Lo primero no es arrancar

“No sé bien como ordenarlo pero yo te voy a ir mostrando mi rutina, que la hago desde hace años en invierno; porque, aunque parezca mentira, a veces no me entran todos los autos adentro, y antes de dejar el de un cliente afuera y que le pase algo, dejo el mío” contó Conte. Para que se entienda: adentro es dentro del taller, donde entran varios autos pero tampoco tantos.

“Primero tenés que arrancar por abrir el capó, meterle la batería y conectarla. Está más que claro que si el auto duerme afuera la batería la tenés que entrar. No solo por miedo al robo, sino porque si la dejás se congela y al otro día cuesta el doble, la tenés que calentar usando trapos y un secador de pelo o bancarte la espera. Además, así también te salvás de dejar algo prendido y no te la mata”, continuó el especialista.

“Después, embrague a fondo, varias veces. Muchos autos ahora te lo piden, pero si no te lo pide mandale igual, así el motor de arranque tiene que mover menos peso para mover el motor. Esto sirve siempre, no solo en invierno”, agregó el mecánico, quien tiene bien marcada su rutina.

Conte se tomó un mate “helado”, atendió un cliente y siguió con Diario Hoy. “Ustedes tienen que entender que al auto hay que tratarlo bien. Mirá este tipo recién, vino y me dijo que hace unas semanas se le prendió un luz y que ahora le anda mal, como que le corcovea. Metí la mano, y apenas toqué dos lugares, había aceite donde no tiene que haber. Si te prendió la luz hace un mes, ¿para qué lo traés ahora? Entiendo que podés no tener guita, pero tampoco lo uses porque se te rompe más y cada vez es más caro”, comentó el entrevistado ante un hecho que, para él, seguro es sinónimo de todos los días.

Concluidos los primeros pasos, según Conte, ya es el momento de sentarse y darle arranque: “Esta parte es en la que muchos rompen el burro de arranque por desesperados. Vos le tenés que dar a la llave y contar 1, 2, 3, 4 y 5, y cortar. Si prendió ya está, lo dejás regulando un ratito, ni haciendo fuerza, solo apoyando el pie sobre el acelerador, esperás un rato, buscás una radio, te tomás 5, 10 minutos, y el auto te lo agradece en su andar. Hay que entender que todos los líquidos del auto son pesados y con el frío se hacen lentos hasta moverse y calentarse”, dijo Conte y agregó: “¿Sabés por qué hay que darle al arranque un tiempo? Porque la batería tira toda la potencia en esos primeros cinco segundos, después baja. Si esperás, recarga y vuelve de nuevo al 100%, si no se descarga y puede terminar sin arrancar”.

En autos diésel

“Acá la cosa es distinta, porque los diésel vienen con calentadores. Los calentadores de los motores diésel son buenísimos para arrancar en esta época del año. Lo que hace es encargarse de calentar el aire y la cámara de combustión del motor para que el arranque sea fácil”, dijo Conte. “El tema es si los calentadores del auto están rotos y por ahí no lo arrancás más si hace mucho frío… y acá te vamos a esperar”, añadió y rió fuerte antes de sentenciar: “Igual acá diésel ya casi ni tomamos, son un desastre y están muy matados a palos”.

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