Casa María Pueblo: 24 años de refugio para víctimas de violencia de género

Se trata de una organización reconocida a nivel nacional e internacional por su aporte a la lucha contra la violencia hacia las mujeres y por su acompañamiento a las damnificadas.

El flagelo de la violencia de género es un drama que sufren las mujeres desde hace cientos de años. En La Plata, desde mucho antes de que se usara ese término, existe una organización que acompaña a los casos más críticos y brinda refugio para las víctimas y sus hijos: la Casa Abierta María Pueblo.

En el 2020 los casos de violencia de género en medio del aislamiento fueron en aumento, al igual que los femicidios. Diario Hoy dialogó con Darío Witt, abogado y presidente de María Pueblo, para detallar cómo fue el trabajo en un año más que complejo.

“Este año fue sumamente complicado. En plena pandemia nos suspendieron la ayuda desde la Municipalidad de La Plata; en ese momento recibieron un pedido con más de 120.000 firmas para que eso cambie porque generó una gran angustia a mujeres, niñas y niños. Nos empezaron a llamar para consultar si no íbamos a representarlas más, si íbamos a seguir con los procesos judiciales contra personas que las atormentaban, fue duro”, detalló.

En ese contexto, Witt destacó que a lo largo de todos estos años de trabajo que llevan adelante desde 1997, desde la organización atendieron a más de 32.000 personas por estas cuestiones, muchas de ellas de gravedad extrema.

“En el momento de atender a las personas no se les pregunta de dónde vienen, cuál es su religión o ideología política, las tenemos que ayudar a salvar sus vidas. La ayuda económica era de 200.000 pesos y cuando terminó el gobierno de (Mauricio) Macri solo la chancha de gas estaba $215.000, eso nos generó grandes problemas para financiar cuestiones básicas como la comida”, manifestó.

La Casa María Pueblo fue reconocida a nivel nacional e internacional por su trabajo de auxilio a mujeres y sus hijos en épocas en las que no sabían a qué lugar recurrir porque desde los organismos del Estado no había respuestas.

“Cuando comenzamos no existían leyes que protejan a las mujeres, pasaron muchos años hasta que se sancionaron y muchos más para que se comiencen a aplicar. Por eso la cuestión cultural es importante, porque las leyes son papel escrito, la respuesta está en que se apliquen. Muchos años más tarde comenzó a haber cambios reales”, aseguró.

Así, Witt destacó que en muchas ocasiones se enfrentó con los violentos que iban a buscar a las víctimas y que, aun en medio de un escenario complejo por la falta de ayuda económica, la pelea por la justicia para las mujeres no se detiene.

Si sufrís violencia de género, comunicate con la línea 144.

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