Cómo trabajan los voluntarios de Telemedicina de la UNLP

Desde fines de junio funciona en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social un espacio donde se realizan llamadas telefónicas a los contactos estrechos de pacientes con Covid-19.

Juan Ignacio Pérez (24) y Miroslaba Bravo (56) comparten el trabajo de voluntariado en el Centro de Telemedicina de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP en el marco de la pandemia del coronavirus. Allí, ambos forman parte del enorme grupo de personas que se anotaron para colaborar en medio de la emergencia y seguir los casos de contacto estrecho con pacientes con Covid-19, para darles contención y asesorarlos.

“Hacemos un seguimiento a los que se consideran contactos estrechos. Nosotros los llamamos para evaluar la situación de quienes llamaron al 148. Les resulta muy bueno que nos comuniquemos para ver cómo están, cómo se sienten; hay gente que está sola hace meses y agradecen que estemos en contacto”, dijo Juan en diálogo con diario Hoy.

Las jornadas se dividen en dos turnos, el primero de 9 a 13.30 y el segundo desde allí hasta las 18; se concentran cerca de 20 personas por turno, aunque varía según el día que cada uno está disponible. En promedio, se realizan cerca de 30 llamadas por cada voluntario.

“Tuvimos casos de gente que no entendía muy bien de qué se trataba y algunos demostraron que tal vez necesitaban una ayuda psicológica; se les ofreció y dijeron que sí. También me tocó atender a una familia donde el esposo era positivo, la mujer embarazada y su obra social no les daba respuesta, entonces también tuvimos que actuar y resolver cómo ayudarla”, recordó Miroslaba a este medio.

Luego se sumó la asistencia en salud mental para los vecinos que tal vez sufren las consecuencias del aislamiento y el virus. Para ello, los voluntarios recibieron capacitaciones y compañía profesional.

“Además de los síntomas que se pueden registrar, esta situación puede ser muy angustiante, de ahí que cuando detectamos que hay gente que necesita hablar les ofrecemos el acompañamiento de salud mental; se ofrece un espacio de escucha y rescatan que alguien los esté llamando. A veces se encuentran escenarios complejos y evaluamos cómo continuar a partir de esa demanda”, dijo el joven.

“Me anoté porque me siento bien ayudando y colaborando de algún modo en medio de la pandemia. Además, me aporta mucho en mi carrera y me parece excelente que la UNLP forme personas que puedan ofrecer su tiempo para una causa común y lo volvería a hacer”, afirmó Juan.

“Soy de Perú pero Argentina me dio una nueva vida, la considero mi segunda patria. Sentía que tenía que devolver algo de lo que me están dando y entonces decidí anotarme. Rescato la solidaridad y las ganas de ayudar de todos los que estamos en el Centro y sin dudas lo volvería a elegir”, marcó Miroslaba.

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