Veterinaria a motor: navega el Delta para asistir a los animales

Leila Peluso tiene 27 años, es médica veterinaria y hace cuatro que recorre las aguas en la zona de Tigre y San Fernando para atender a los animales de las islas. Gatos, perros y carpinchos integran la lista de pacientes.

Desde hace cuatro años, la vida de Leila Peluso (27) transcurre en gran parte navegando por el Delta en la zona de Tigre y San Fernando, porque ella es la médica veterinaria que va por los muelles y recorre las islas para asistir a los animales que viven allí.

El abanico es grande: atiende desde animales domésticos, como perros y gatos, hasta carpinchos, el animal del momento en las redes sociales.

“Siempre iba a la isla. Cuando me recibí, unos conocidos me llamaron para que atendiera a sus animales, luego se sumaron los vecinos y así fue creciendo. Al principio iba en lancha colectiva y después me pude comprar un gomón; me dio mayor independencia por los horarios, pero tenía sus dificultades debido al clima. El invierno es muy crudo: se complicaba cuando llovía y no podía hacer muchas distancias. Necesitaba una lancha con techo, armar ahí mismo la consulta y que puedan acercar al animal al muelle”, dijo Leila en diálogo con diario Hoy.

Así, cumplió su objetivo y ahora ya cuenta con su lancha cerrada, donde formó la veterinaria a motor con la que navega cada día. Incluso le ha tocado participar en rescates, como el último jueves, cuando apareció un elefante marino en el río San Antonio y debieron ayudarlo a salir de allí porque no es su hábitat.

“Cuando paso, los isleños se asoman y me saludan, me mandan fuerzas. Me llegan muchos mensajes de felicitaciones por las redes también. Principalmente atiendo perros y gatos, pero me encuentro de todo porque en las islas hay vacas, caballos, cabras, ovejas. Mucha gente tiene carpinchos; no deberían porque no son domésticos, pero todavía está la tradición de cazar y los vecinos rescatan a las crías que quedan solas. Los tienen en sus casas, así que también los reviso”, marcó la joven.

Los días de sudestada y frío son difíciles, pero Leila no duda en seguir adelante. “La gente en la isla, en general, vive sola y tiene la compañía de su mascota. Se apegan mucho a los animales y me encanta ver el amor y la calidad con que los cuidan”, concluyó.

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