Creó una máquina de choripanes y busca que sea un proyecto social

Víctor Ascone es un platense cuya creatividad no tiene límites: tuvo la idea de crear una expendedora del sándwich más tradicional de los argentinos.

La creatividad platense no conoce de límites y el vecino Víctor Ascone es el claro ejemplo de eso. El hombre de 50 años es el creador de “Mac Toom”, una máquina expendedora de choripanes que nació en La Plata.

El invento es, de por sí, muy llamativo desde el nombre, pasando por la forma y el objetivo. ¿Quién hubiese imaginado una máquina que entrega el tipo de sándwich más popular y tradicional entre los argentinos?

“Después de haber tenido varios negocios y emprendimientos, decidí cambiar de perspectiva y empecé a pensar de qué manera quiero estar más adelante y se me ocurrió hacer un producto diferente que incluya al choripán que es querido por todos. Hace cinco años comenzó, y fui observando todas las máquinas expendedoras del mundo y a todas les faltaba algo importante, que es la conexión con el cliente”, dijo Ascone en diálogo con diario Hoy.

Para el funcionamiento el hombre destaca que se trata de todo un sistema que permite mantener la calidad del chorizo y del pan, por lo que no incluyó ningún tipo de microondas para no afectar la misma. En la parte de atrás de la máquina se colocan los productos donde se mantiene el frío.

“La máquina tiene toda la tecnología, tiene reconocimiento de voz y facial a través de wifi, puerto USB, una pantalla con publicidad y diferentes datos turísticos, entre otras cosas que va a permitir la interacción con el cliente”, marcó.

Pero no se limita a la innovación ya que Víctor aseguró que así como él cumplió su sueño con el “Mac Toom”, quiere que otros puedan alcanzar los suyos. Por eso su objetivo es que la máquina pueda ayudar a familias desocupadas.

“Esta máquina se va a dar en concesión a familias desocupadas, entonces podrá aportar un pequeño grano a la gente que lo necesita. Al crearla no pensé en un beneficio propio, sino que aporte algo a la sociedad, la idea es que a todos nos vaya un poco mejor”, afirmó el hombre.

En este sentido, Víctor combinó lo mejor de La Plata: el ingenio y la solidaridad. Ahora, el hombre a­puesta a que la máquina sea un beneficio para los clientes que quieran comer un buen “chori” platense y apueste a la mejora de la calidad de vida de quienes hoy no tienen trabajo.

“Para esto se necesita una inversión de 150.000 dólares, lo demás ya está todo organizado respecto a los productos y la tecnología. Lo importante es que se interese alguien que le interese el factor social y que la gente pueda cumplir sus propios sueños”, concluyó Víctor.

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