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Cuando Mick Jagger se lució en la pantalla grande

Las dotes histriónicas del cantante de los Rolling Stones fueron advertidas por muchos directores que lo convocaron para sus producciones cinematográficas.

Charles Laughton, el actor y director de cine y teatro británico nacionalizado estadounidense, fue siempre el favorito de Mick Jagger. De adolescente, no se perdía una sola de sus películas, y las que más le gustaba eran Motín a bordo, Espartaco y El jorobado de Notre Dame. El cantante de los Rolling no solo es un espectador consecuente, sino que se ha formado actoralmente, debutando en 1970, en Performance, una película sobre un pandillero británico que, según su director, Nicolas Roeg, está basado en los compadritos de los cuentos de Jorge Luis Borges. Ese mismo año filmó en Australia Los hermanos Kelly, una película con muchos contratiempos, en la que ­Jagger recibió un disparo accidental durante el rodaje.

Muchos fueron los largometrajes que pusieron el foco en las actuaciones en vivo de los Rolling Stones. Quizá las que más valor histórico tengan sean la que Jean-Luc Godard filmó en 1968 bajo el título de One plus one, donde el director muestra el clima de época en el que surgió la banda, y Shine a light, de Martin Scorsese, donde se muestran inéditas imágenes de archivo del grupo, intercaladas con videos en los backstages y escenas en directo tomadas durante un período de dos días en el Beacon Theatre de Nueva York en 2006.

En diciembre de 1980, Jagger se dirigió a las junglas del Amazonas peruano para someterse a los tres meses de filmación que duró Fitzcarraldo, a las órdenes de Werner Herzog. Una historia ambientada a finales del siglo XIX en la que un empresario se propone construir un teatro de ópera en medio de la selva. Los chisporroteos entre el cantante y el director fueron constantes y derivaron en la desvinculación de Jagger del proyecto. Pero seis años después volvió a Sudamérica a hacer cine, esta vez a Brasil, y en un papel en el que hace de sí mismo, en la película Seducido por las mujeres, dirigida por Julien Temple, primera película en el formato Max (imagen gigante proyectada sobre una pantalla circular), que deja testimonio de una extensa gira hecha por la banda en Norteamérica.

Freejack es una película de ciencia ficción, de 1992, en la que Mick Jagger actúa junto a Anthony Hopkins y Emilio Estévez. Una distopía ambientada en un año que ya nos quedó lejos –2009–, en la que los megamillonarios pueden comprar su inmortalidad en un mundo devastado por la contaminación ambiental. Dijo Jagger, a propósito de su papel en esta película: “Es una muy buena historia, que me dio la oportunidad de interpretar a un tipo heavy. Para poder hacer un papel así, es necesario que el personaje tenga cualidades que rediman sus faltas”.

Su última participación

Una obra maestra, así se llama en español, es la más reciente película protagonizada por el cantante, quien encarna en esta oportunidad a un millonario coleccionista de arte. El filme está ambientado en el Lago di Como, Italia. El papel principal está a cargo del actor danés Claes Bang, quien interpretó al conde Drácula en la última versión para Netflix, y también forma parte del elenco Donald Sutherland. La película, que fue presentada fuera de competencia el año pasado en el Festival de Venecia, tiene, según su director –el italiano Giuseppe Capotondi–, “un aire hitchcockiano”. Mick Jagger, de 77 años, dijo que esta sería su última participación en la pantalla grande.

Recientemente el actor y cantante aseguró que le produjo mucho placer hacer cine: “Siempre me ha gustado. Disfruto el cambio de ritmo y el cambio de foco de la interpretación. Cuando canto, generalmente es en lugares muy grandes y frente a mucha gente, mientras que, si estás en un set pequeño, actúas mucho más sutilmente y no con gestos tan elaborados. Realmente tienes que bajar el tono”.

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