Los internados en Santa Fe son cada vez más jóvenes
En el año 2020, el promedio era de 67 años mientras que en los meses transcurridos del 2021, el número descendió hasta los 49 y 50 años.
Así lo hicieron saber desde la ONG Corazones Armónicos y Solidarios, que funciona en calle 67 y 162, donde los chicos del barrio perdieron un bimestre sin poder tener clases virtuales por falta de servicio de la empresa Movistar.
01/06/2021 - 00:00hs
En el sur o en el oeste. En el norte o en el centro. Con la llegada del mes de junio se incrementan los reportes, quejas y problemas con la conectividad de los vecinos en la región, justo en el contexto de un semestre en el que las clases virtuales son la única manera de continuar enseñando en las escuelas producto de la pandemia.
En Los Hornos, por ejemplo, Sandra Fernández tiene una ONG que se formó el año pasado, cuando comenzó a notar que los vecinos necesitaban alimentos y asistencia de todo tipo y no querían salir de sus casas por temor a contagiarse. Así fue como abrió un almacén en la calle 67 entre 161 y 162, lugar en donde luego impulsó Corazones Armónicos y Solidarios, que hace ollas populares todos los jueves para los vecinos del barrio.
“Acá, como pasa en muchos barrios de La Plata, usamos la conectividad para informarles a los vecinos por Instagram o Facebook que pueden venir a buscar alimentos o donaciones.
Además, los jueves, a partir de las 15, solemos preparar viandas para que los vecinos puedan pasar a buscar en las primeras horas de la noche. Y para ello es importante estar conectados para poder informarles, ya que con la pandemia nadie quiere salir de sus casas por temor a contagiarse”, reconoció esta vecina de Los Hornos, quien lleva adelante el emprendimiento junto a sus hijos.
“Mi hija estudia también, pero ellos son grandes. Pero veo que acá en el barrio necesitamos la conectividad para que los chicos puedan estar en las clases virtuales. Yo prefiero seguir pagando entre 2.500 y 3.000 pesos a la empresa Movistar, porque, a pesar de que no nos da el servicio, entiendo que pagando es la forma de tener derecho a reclamar que vengan a solucionar el problema de los cables”, expresó Fernández sobre la calle 67.
Mientras otorgaba la entrevista a este multimedio, algunas madres se acercaron con sus hijos a comprar al almacén solidario, que, cuando no vende, dona a las personas más necesitadas. Sandra agradece y espera una solución, como tantos otros vecinos de la calle 67 que hace más de tres meses no están logrando una respuesta por parte de Movistar.
“Terminamos compartiendo los datos móviles de los celulares, por los que además se paga aparte”, se quejó.