Cultura

Vera Cirkovic y los malditos de la poesía francesa

En 1995, la mezzosoprano Vera Cirkovic vino a nuestro país a presentar una obra. Siete años después se instaló en Buenos Aires y encontró el amor: el tenor lírico Darío Volonté.

Nació en Francia, de padres yugoslavos, refugiados políticos. A los siete años pudo volver a Yugoslavia para conocer a sus abuelos y descubrir su país de origen. Su madre cantaba en la ópera y ella la acompañaba. A los tres años se subió a un escenario por primera vez.

En 1995, la mezzosoprano Vera Cirkovic vino a nuestro país a presentar una obra. Siete años después se instaló en Buenos Aires y encontró el amor: el tenor lírico Darío Volonté. Los llamados “poetas malditos” franceses –Charles Baudelaire, Paul Verlaine, Arthur Rimbaud– despertaron sus fantasías oscuras y a ellos les dedicó su último trabajo, Escombros de un vampiro sideral.

“Mis sueños nunca fueron de hadas o de casita en la pradera. Hubiese amado conocer paraísos perdidos en países desconocidos, ser hombre y mujer, amo la ambigüedad, el amor extremo, la velocidad, la pérdida de conciencia, la locura romántica”, dice la cantante.

Noticias Relacionadas