los hornos
Desesperado pedido por el club 19 de Noviembre
Los vecinos se juntaron a los fines de reclamar una solución para el enorme pozo que está sobre calle 60 y 151, el cual provoca desbordes cloacales en todas las casas del barrio.
Zulema Dashke de González vive en Los Hornos desde hace más de 30 años. A finales de los 80, el sistema de red cloacal llegó a esta zona de La Plata como augurio de progreso en una zona que, por aquel entonces, tenía la mayoría de las calles de tierra.
Nunca, como en este verano, la cuadra en donde también funciona el club 19 de Noviembre se vio tan afectada por los problemas en el sistema de red cloacal, el agua corriente y los desbordes.
Ayer, en el contexto del primer sábado de febrero, bajo el sol y el calor del mediodía, los vecinos de calle 151 salieron a la calle a reclamar una solución a los desbordes que se provocaron por un enorme pozo que está en la esquina de 60 y 151, y que genera que se hayan colapsado las cloacas en las distintas casas que están pegadas al club de barrio.
“Soy jubilada, cobro la jubilación mínima y vivo con mi marido que es discapacitado. Hasta las rutinas del descanso nos han sacado y cambiado, porque de la única manera que podemos usar el agua para lavar nuestra ropa es entre las 2 y las 4 de la madrugada, cuando empieza a salir con un poco de fuerza”, reveló angustiada esta vecina de calle 151 entre 59 y 60.
Su casa está pegada al histórico club 19 de Noviembre, en donde tras varios meses de aislamiento, sobre el final del 2020 se volvieron a dictar clases de zumba, boxeo y otros deportes.
“Con las actividades en el club se recuperó la vida del barrio, porque con todos los cuidados y protocolos, empezaron a venir personas otra vez a la zona. Pero los mismos chicos y chicas que se acercan a hacer zumba o actividades deportivas, no tienen agua para tirar la cadena del inodoro cuando deben usar los baños. Es decir que si toman un poco de agua para hidratarse, después van al baño y no pueden tirar la cadena y queda todo ahí”, explicó otro vecino del lugar, quien mostró una pileta llena de excremento que salió a la superficie por las cañerías colapsadas en la zona.
“Una sola vez vino el camión que se encarga de destapar. Sacó un poco de desechos del pozo que está en la esquina. Pero a los tres días se volvió a tapar”, comentó indignado y también resignado por la situación.
“Nos dicen que nos cuidemos del coronavirus. Pero si no nos morimos por el virus nos vamos a morir asfixiados por el olor nauseabundo que proviene de las cloacas y los baños de nuestros propios desechos que no se van”, concluyó angustiada la vecina del club 19 de Noviembre.