Diario Hoy, 30 años amplificando las voces de la realidad

El matutino cumple un nuevo aniversario buscando democratizar el acceso a la información sin concesiones.

La aparición del diario Hoy marcó un antes y un después en la historia del periodismo en la Provincia de Buenos Aires.

Hasta hace 30 años atrás, en La Plata, la capital bonaerense, existía una sola voz, un monopolio en el manejo de la palabra escrita que duró décadas, atravesando gobiernos civiles y militares, desde donde se dictaba sentencia en función de intereses que pocas veces tenían algo que ver con el beneficio de la comunidad.

El proyecto se puso en marcha en 1993 a partir de una iniciativa del histórico dirigente gremial bonaerense, Antonio Balcedo, que con la estrecha colaboración de sus hijos, Marcelo y Myriam, pusieron en marcha el sueño.

Diario Hoy nació huérfano de padrinazgos políticos y económicos interesados en mantener el status quo. Desde un primer momento, se tuvo en claro que el diario Hoy tenía que darle voz a los que hasta ese momento eran silenciados. Y así fue como comenzaron a publicarse investigaciones y artículos que no solo denunciaban las consecuencias del régimen neoliberal, sino también los escándalos de corrupción que, de no haber sido por el diario Hoy, hubiesen quedado absolutamente impunes.

En absoluta soledad, denunciamos —por ejemplo— la entrega infame de YPF, el escandaloso negocio del juego, las mafias que operaban en las sombras aplicando salvajes descuentos a docentes, policías y empleados públicos de la Provincia.

El camino recorrido, en estos 30 años, no fue para nada fácil. Estuvo repleto de espinas, en muchos casos puestas por aquellos sectores que no estaban dispuestos mansamente a perder sus privilegios o que se sentían afectados, en sus intereses, por las publicaciones de nuestro diario.

Sin embargo, cada caída significó una enseñanza. El medio logró fortalecerse al punto que actualmente se trata del único diario de la Provincia que apunta a una auténtica democratización de la información.

Todos los que hacemos el diario Hoy creemos que hemos logrado cumplir con el objetivo que se planteó Antonio hace 20 años. Pero sabemos que es solo el comienzo, 30 años no es nada y se avecinan nuevos tiempos, nuevos presentes, nuevos desafíos, pero siempre con la misma impronta: seguir cumpliendo con la noble tarea que significa reflejar la realidad tal cual es.

El legado de Antonio Balcedo 

Nunca ocultó su identidad política, aunque eso implicara pagar el costo de la persecución política en plena dictadura militar. Convencido de que el peronismo es la vindicación política de los humillados y ofendidos de nuestra sociedad, militó por esas ideas en todos los ámbitos en los que actuó. El propio general Perón sintió gratitud por ese hombre leal y de bajo perfil, al que recibió en la intimidad de Puerta de Hierro, en los años sesenta.

Nació el 17 de julio de 1936, en Melchor Romero, hijo de un enfermero —Antonio Felipe— y una empleada de frigorífico —María Esther—. Se formó en el Colegio Nacional de la Universidad de La Plata, estudiando en el turno de noche, ya que de día trabajaba como empleado del Museo de Ciencias Naturales. Esa temprana inserción en el mundo del trabajo le hizo comprender la necesidad de los trabajadores de fortalecerse sindicalmente. Se puso al frente del Sindicato de Obreros y Empleados de la Minoridad y la Educación (Soeme) y defendió los derechos de los trabajadores en tiempos en que se ultrajaban las conquistas obreras castigando el trabajo y recompensando la especulación.

En 1962 formó parte de la lista de diputados provinciales por la Unión Popular, resultando electo con solo 26 años, lo que lo convirtió en el diputado provincial más joven de la historia argentina hasta ese entonces. Eran las primeras elecciones que ganaba el peronismo, tras el golpe de Estado del 55. Balcedo sufrió en carne propia la violencia institucional que imperaba en la Argentina de esos días. En 1955, se casó con Myriam Renée Chávez, con quien en la adolescencia descubrió ese amor que los alumbró hasta el último instante. Tuvo dos hijos —Marcelo Antonio y Myriam— y también tuvo un tercer hijo: el diario Hoy.

Estaba convencido de que, para cambiar la realidad, es imprescindible librar una batalla de ideas, desenmascarar a los farsantes, denunciar las tropelías del poder, escuchar las voces de los más castigados de nuestra tierra. Ejerció el periodismo político durante décadas, pero, hacia fines de 1993, sintió que había llegado la hora de crear un medio propio, independiente, que fuera un laboratorio de ideas al servicio del sueño de una patria libre e inclusiva, poniéndose en el lugar del otro para poder comprenderlo. No era fácil fundar un diario en esos tiempos: el país estaba siendo saqueado y el pueblo, despojado hasta de lo más mínimo. La ciudadanía era invisible y muda, no se la miraba ni escuchaba. Pero Balcedo decidió que había que jugarse entero por un proyecto periodístico que alzara su resistencia y dejara oír lo que muchas voces venían diciendo desde abajo.

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