ENTREVISTA EXCLUSIVA

El argentino que trabaja en la próxima misión a Marte

El ingeniero de la NASA, Raúl Romero, dialogó en exclusiva con Hoy y contó cuáles son los objetivos de la misión que en las próximas semanas despegará rumbo al planeta rojo.

Raúl Romero nació en Rosario e hizo la escuela primaria en Santiago del Estero. Por cuestiones laborales, en 1969, sus padres decidieron viajar a Estados Unidos. Estudió en la Universidad de California y se recibió de ingeniero mecánico. Después de unos años de trabajo, hizo estudios en Ingeniería Aeroespacial.

Romero se encuentra en el centro de la NASA llamado Jet Propulsion Laboratory (JPL), localizado en Pasadena, California, que desde 1996 se dedica a estudiar a Marte. Allí trabajan 6.500 personas y solamente diez son argentinos.

“Yo trabajo en el departamento dedicado a los instrumentos científicos que viajan en las naves, como la que está por salir, que es la Misión Mars 2020, con el Rover (un robot astromóvil) llamado Perseverancia”, expresó el investigador. Su tarea es asegurar que todos los instrumentos científicos que se diseñan y se construyen allí sean de la mayor calidad.

—¿Cómo llegó a trabajar en la NASA?

—Todo surgió en 1984, mientras estudiaba en la Universidad. JPL es uno de esos lugares que emplean un pequeño número de estudiantes; los dejan trabajar menos de 20 horas a la semana mientras siguen sus estudios. Empecé ayudando a científicos que en ese entonces estaban haciendo estudios en el Shuttle.

—¿Cuál es su trabajo específico en esta misión?

—Mi trabajo, como jefe de ingeniería, es asegurar que todos los proyectos sigan procesos de ingeniería, que lleven a cabo los objetivos que concretó el científico. En nuestro departamento se diseñaron las cámaras que viajan en el Rover, un experimento para ver si se puede hacer oxígeno, y dos instrumentos más que estudiarán la química y la mineralogía del planeta. Uno de los instrumentos científicos, llamado PIXL, necesitaba más ayuda para terminarlo y me pusieron a cargo como jefe de la integración del instrumento. Esta no es la primera vez que me han sacado de mi rutina diaria para un proyecto. Le garantizo que no es por lo inteligente (risas), sino que después de 36 años he visto y pasado mucho, y la experiencia que tengo me pone en un lugar donde puedo ayudar mucho más.

—¿Cuáles son las características de este robot que enviarán a Marte y cuál es el objetivo de la misión?

—Este robot tiene algunas características diferentes del Rover anterior llamado Curiosity. Todas las ideas de misiones de NASA son diseñadas por grupos de científicos que se reúnen por un año, viajando y organizando reuniones por todo el país, para que todos den ideas de las mejores investigaciones científicas. Los objetivos científicos de NASA sobre Marte son buscar agua, ver si hay señal de vida y evaluar si el planeta podría ser habitado.

Científicos de esta misión idearon instrumentos dedicados a estudiar la superficie de Marte, a ver si la química indica si hay señales de agua; estudiar la geología del planeta y ver si hay señales de vida al nivel microorganismo. También, por primera vez en el planeta, se verá si se puede hacer oxígeno, que se necesitará el día que se puedan mandar astronautas al planeta. Adicionalmente, se lleva un sistema para colectar muestras de la superficie, con el objetivo de algún día poder traerlas de vuelta para más estudios. Esta es la misión que le sigue al Mars 2020, y es la llamada Mars Sample Return (Retorno de Muestras de Marte).

—¿Cuáles son las etapas del viaje?

—El lanzamiento se hace desde el Kennedy Space Center (KSC), que está en La Florida. La nave se lleva al KSC unos seis meses antes del lanzamiento para terminar pruebas, instalar el combustible, integrarla en el cono del cohete y después instalar el cono con la nave al resto del cohete. Para lanzar una nave a Marte tenemos una ventana de dos semanas, que es cuando los planetas se alinean y se podrá lanzar con el mínimo de combustible. El lanzamiento se haría entre el 30 de julio y el 15 de agosto. El viaje dura alrededor de siete meses, debido a que, tanto las órbitas de Marte como las de la Tierra, no son perfectamente circulares. El tiempo que toma viajar entre ellas varía de seis a ocho meses. Un camino de viaje directo es imposible, ya que Marte también se está moviendo.

—¿Cuánto dura la misión una vez que llegan a Marte?

—Las misiones se diseñan para un tiempo específico, pero siempre duran mucho más. Los Rovers Espíritu y Opportunity (otros robots que aterrizaron) tenían una vida de 90 días, y llegaron a vivir más de 10 años. La misión de Mars 2020 está planeada por un año de Marte o 687 días de la Tierra.

—¿Qué puede contar de este planeta? ¿Podrá ser habitado algún día?

—Marte es frío. La temperatura varía mucho por los grandes vientos de polvo, y está a 80 millones de kilómetros más lejos del Sol que la Tierra, por eso recibe menos energía y luz. La energía del Sol en la Tierra queda atrapada en la atmósfera, pero en Marte, con la atmósfera siendo 100 veces más liviana que en la Tierra, esa energía se escapa. Los días fríos pueden alcanzar los -140°C. La gravedad es solo un 38% de la de la Tierra; correr y moverse rápido llevaría una gran práctica.

Para habitar Marte, lo principal es poder producir oxígeno. Después se necesita fabricar bases para proteger a los astronautas del clima y la radiación. Muchos de nosotros estamos seguros que llegaremos a Marte. Ahora, por la pandemia, se complicó la situación económica, pero esto solo significa un retraso. Los planes y deseos no cambian, está en nuestro ADN, somos exploradores.

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