El folklore platense: entre la sangre nueva y la tradición

La Plata tiene su propia historia dentro de este género musical, que hoy celebra su jornada mundial. Hace medio siglo, la familia Olmos fue pionera y sentó las bases en nuestra ciudad. En los últimos años, irrumpieron nuevos intérpretes que se animan a la fusión de estilos

El Día Mundial del Folklore también tiene exponentes en nuestra ciudad. La Plata ha sido cuna de músicos de distintas escuelas como el Mono Insaurralde, Teófilo Olmos, la mayoría de los miembros de la Orquesta Popular de Cámara del Chango Farías Gómez y bandas más recientes como Aca Seca Trío o Milena Salamanca.

Hablar del folklore tradicional en La Plata es pasar revista por la familia Olmos. Teófilo Olmos, poeta y escritor, creó en 1953 el fortín Tradición Argentina, que lleva su nombre para incentivar a los artistas del género en la región. Allí, en calle 27 y 75, se baila cada septiembre el Cielito Platense, una versión del  clásico Cielito que fusiona la zamba, el pericón, el vals y el gato, que fue creada por Orfeo Olmos, hijo de Teófilo.

Sin embargo, hay otras corrientes alternativas. “Raúl Barbosa, Liliana Herrero o Juan Falú no tuvieron un reconocimiento masivo y vemos en ellos un gesto contracultural”, explicó a Hoy el periodista Facundo Arroyo, quien, junto a Juan Manuel Mannarino preparan el libro Los Herejes, un mosaico de folkloristas que mezclaron la música tradicional y algunas músicas de vanguardia de los 70 y los 80. 

En ese estilo distintivo, los autores se toparon con músicos platenses. “Jorge Cumbo, el quenista que nació en La Plata y luego emigró a Europa, o el Mono Insaurralde, un músico fundamental del folklore pero como instrumentista, no tanto como compositor”, dijo Arroyo a Hoy. 

Sin embargo, la variante bonaerense no llegó a tener impacto a nivel nacional. “Los grandes referentes entre las décadas del 50 y el 80 son efectivamente de las provincias del norte, y algunos también del sur”, agregó Arroyo.

Los herederos

En los últimos veinte años, el folklore local vio irrumpir a intérpretes que dejaron permear nuevas influencias en su música. Juan Quintero -nacido en Tucumán pero formado aquí- y Aca Seca Trío son algunas de las propuestas que surgieron al galope de esa renovación generacional. 

“Hace 10 o 12 años, Bellas Artes abrió su carrera de música popular. Los pibes que vienen a estudiar a La Plata con una formación rockera terminan interpretando nuevos géneros como folklore, tango o jazz”, explicó Arroyo, quien cree que esa institucionalización fue clave. “La formación musical de La Plata siempre había sido de raíz clásica”, agregó.

La mítica peña de los Salamanca ha sido el refugio del folklore local. Milena, coronada en 2012 como la revelación del Festival de Cosquín, es una de las voces con más futuro en la ciudad. 

Encarna la versión moderna de una de las familias con mayor tradición. “Milena ganó Cosquín con una canción de Chabuca Granda”.

Una celebración mundial

El Día del Folklore -o folclore- se celebra en todo el mundo desde 1960. 

La fecha se estableció 114 años después de que se lo nombrara por primera vez en la revista londinense Athenaeum, el 22 de agosto de 1846. 

A pesar de la creencia popular, la etimología del término es inglesa y no se refiere solamente a la música: el arqueólogo inglés William John Thoms la compuso con los conceptos “folk” (pueblo) y “lore” (saber, ciencia), para referirse a los conocimientos populares, los usos, las leyendas, las supersticiones, la música, la danza y todo aquello que se transmite de generación en generación. 

Hacia 1887, el inglés Houme, uno de los fundadores de la Folk-lore Society, definió al folklore como la “ciencia que se ocupa de la supervivencia de las creencias y de las costumbres arcaicas en los tiempos modernos”.

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