Artemis-3, en 2024, será la primera misión en llevar humanos a la Luna desde el Apolo 17 en 1972. Por su parte, el Sistema de Lanzamiento Especial tendrá su estreno en la misión Artemis-1, trasladando a la nave Orion hasta la Luna hacia fines de este año, a una velocidad de casi 40.000 kilómetros por hora.
La agencia aeroespacial norteamericana anunció la culminación del montaje de su primer Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS), un enorme cohete que volverá a llevar seres humanos a la Luna y cuya primera misión está programada para finales de este 2021.
El megarocket es una estructura de 65 metros, una altura similar a la que tiene el obelisco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los trabajos de ensamblado estaban concentrados en la parte central del cohete y fueron llevados a cabo por los ingenieros del Centro Espacial Kennedy, en Florida.
Por primera vez, los especialistas unieron los componentes, en lo que representó un hito en la evolución de los trabajos. Los cohetes propulsores se unen a las secciones del motor y del tanque intermedio de la etapa central, que es la columna vertebral del cohete. La etapa central tiene que soportar el peso de la carga útil, la etapa superior y el vehículo de la tripulación, así como cuatro motores y dos cohetes impulsores de cinco segmentos.
El Sistema de Lanzamiento Espacial tendrá su estreno en la misión Artemis-1 de la Nasa prevista para finales de este año. El megarocket será el encargado llevar el vehículo de la tripulación Orion (un maniquí) a la Luna a una velocidad de 24,500 millas por hora o, lo que es equivalente, a casi 40.000 kilómetros por hora.
Aunque en esta misión no habrá humanos a bordo, se prevé que la misión Artemis-3 envíe a la primera mujer y al próximo hombre a la Luna en 2024. Ésta será la primera misión en llevar humanos a la Luna desde el Apolo 17 en 1972.
La NASA detalló que el SLS fue diseñado con el objetivo de realizar misiones en el espacio profundo; ya que, por ejemplo, la distancia a la Luna supera en 1.000 veces el recorrido a la Estación Espacial Internacional. No obstante, han aclarado que también puede hacer viajes de este tipo. Desde la agencia aeroespacial estadounidense confían en que el SLS se convierta una valiosa herramienta, “flexible y evolutiva”. Y, más aun, creen que podría ser un componente clave en futuras misiones a Júpiter y Saturno.
El difícil camino hacia el SLS
En la evolución de los trabajos en torno al Sistema de Lanzamiento Espacial, la NASA ha sido criticada por superar el presupuesto en miles de millones de dólares. Sin embargo, el proyecto continuó y lo hizo incluso a pesar de que, en enero de 2021, el Centro Espacial Kennedy tuvo que interrumpir una prueba de los cuatro motores del cohete tras detectar fallas en la estructura.
En otro orden, recientemente la NASA otorgó el contrato para construir el módulo de aterrizaje lunar de próxima generación a SpaceX, que está trabajando en la adaptación de su nave espacial para este fin. A propósito, Elon Musk, CEO de SpaceX, aseguró que, tras la llegada de los humanos a la Luna en tres años, sería posible aterrizar en Marte en 2026, lo que llevaría a una colonia en el Planeta Rojo en 2050.