El Papa visitó la devastada ciudad de Amatrice en medio de un nuevo sismo

Un terremoto de baja escala recibió al Pontífice en su sorpresiva visita de ayer a Norcia, Italia, una de las localidades afectadas por la catástrofe del 24 de agosto pasado. Sin mayores complicaciones, pudo cumplir con la agenda pautada, que incluía visitas a distintos pueblos 

El Papa Francisco visitó ayer la localidad de Amatrice en el marco de una recorrida por la zona devastada por el terremoto del pasado 24 de agosto, que provocó casi 300 muertos y más de cinco mil evacuados en la provincia de Rieti, Italia. Luego de rezar entre los escombros y a solo veinte minutos de su llegada a la vecina Norcia, un sismo de 3.6 grados se sintió a siete kilómetros de distancia de esa pequeña localidad.

Según reportaron medios locales, el movimiento sísmico fue advertido por los fieles que se congregaban desde temprano en la Iglesia de San Peregrino a la expectativa de acompañar la gira que el Pontífice emprendió sorpresivamente por la mañana. Francisco sostuvo que el objetivo de la recorrida fue mostrar su  “cercanía y apoyo” a los afectados.

Antes de llegar a Norcia, un municipio de la provincia de Perugia con menos de cinco mil habitantes, el Papa visitó Amatrice para rezar en soledad entre los escombros de la denominada “zona roja” y visitar una escuela prefabricada, construida tras el terremoto. “Sentí que tenía que venir hasta acá desde el primer momento. Estoy aquí para estar cerca de ustedes. Coraje, sigamos adelante”, dijo Francisco a los niños y adolescentes presentes. 

“No quería molestar y por esto dejé pasar un poquito de tiempo para que se arreglaran algunas cosas”, se excusó el Pontífice al salir de la escuela de esa localidad del centro de Italia que sufrió numerosos daños. Días atrás, durante el Ángelus del 28 de agosto, Francisco había anunciado que recorrería la zona una vez que se cumplieran las primeras tareas de rescate. Incluso, el Vaticano anunció la visita minutos después de que el pontífice argentino arribara.

“Rezamos a la virgen por los caídos aquí, entre los escombros. Adelante, coraje y a ayudarse el uno al otro. Se camina mejor juntos, solo no se puede”, pidió también en Amatrice, donde agradeció a los rescatistas las vidas que salvaron y les pidió sacarse una foto con ellos. Allí, el terremoto de magnitud 6.2 en la escala de Richter tuvo lugar poco después de las tres de la mañana, cuando sus pocos habitantes estaban durmiendo.

En ese marco, durante la charla informal con los vecinos del lugar y los más de 100 estudiantes de la escuela, Francisco expresó su “cercanía y oración” y pidió “que el señor los bendiga a todos y que la virgen los custodie en este momento de tristeza y dolor”.

Luego, el Santo Padre recorrió campamentos levantados por Defensa Civil y emprendió viaje hacia Reti, Accumoli, Pescara del Tronto, Cittareale y Arquata del Tronto, todas localidades que también sufrieron daños y muertos durante el sismo de agosto y que aún alojan a  1.800 personas en tiendas de campaña y hoteles de la zona.

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