El proyecto Galileo busca civilizaciones extraterrestres

El astrofísico de Harvard Avi Loeb lidera un proyecto para buscar tecnología alienígena. “La ciencia no debería rechazar posibles explicaciones que tengan que ver con extraterrestres solo por el estigma social. Debemos atrevernos a mirar a través de nuevos telescopios”, sostiene.

Además de su trabajo como director del Instituto de Teoría y Computación en el Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, Avi Loeb alcanzó una gran notoriedad durante los últimos años por sus especulaciones alrededor de la vida extraterrestre.

Especialmente cuando fue divisado Oumuamua y, de acuerdo a su trayectoria errática, sugirió que el viajero interestelar podría ser una nave alienígena varada. Ahora, el astrofísico es el encargado de liderar el proyecto Galileo: una iniciativa dedicada a investigar pruebas de potenciales “civilizaciones tecnológicas extraterrestres” extintas o aún activas.

¿Existen ahí afuera civilizaciones extraterrestres capaces de construir naves y tecnología para viajar entre las estrellas? Esta es la pregunta que va a intentar resolver este equipo internacional liderado por Loeb. De acuerdo al comunicado oficial, la idea es analizar datos de estudios astronómicos y observaciones de telescopios, así como diseñar nuevos algoritmos utilizando inteligencia artificial, con el fin de identificar posibles viajeros interestelares, satélites construidos por extraterrestres y fenómenos aéreos no identificados (también llamados UAP, según las nuevas siglas para objetos voladores no identificados).

“La ciencia no debería rechazar posibles explicaciones que tengan que ver con extraterrestres solo por el estigma social o preferencias culturales que chocan contra el método científico de investigación empírica e imparcial”, dice Loeb, en el comunicado. “Ahora debemos atrevernos a mirar a través de nuevos telescopios, tanto literal como de forma figurada”, afirma.

Para avanzar en sus propósitos, el equipo del Proyecto Galileo se ocupará de encontrar objetos similares a Oumuamua, además de de-sarrollar estrategias para encontrar y rastrear tales cuerpos desde el espacio y desde los observatorios terrestres. Otras áreas de investigación del proyecto incluirán la búsqueda de pequeños satélites extraterrestres que puedan estar observando la Tierra y el análisis de avistamientos de UAP.

“La búsqueda activa mejora en gran medida las posibilidades de encontrar los primeros ejemplos de tecnología alienígena”, señalan.

En el año 2017, la comunidad científica es­cuchó con atención la teoría de Loeb acerca de Oumuamua. “Solo podemos especular si Oumuamua puede ser desentrañado por explicaciones naturales nunca antes vistas, o si debemos estirar nuestra imaginación y pensar que, tal vez, sea un objeto tecnológico extraterrestre, similar a una vela de luz muy delgada o una antena de comunicaciones, que encajaría en el espacio astronómico”, concluyó.

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