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En Argentina nacen 21 bebés prematuros por día

Diario Hoy dialogó con la doctora Cristina Osio, jefa de Neonatología en el Sanatorio Otamendi, quien destacó la necesidad de respetar los controles para evitar embarazos de riesgo.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 murieron 2,4 millones de niños en su primer mes de vida. En un informe del año pasado, el organismo destacó que los partos prematuros, las complicaciones relacionadas con el parto, las infecciones y los defectos congénitos son los factores más determinantes en lo que respecta a las muertes neonatales.

Según la Dirección de Estadística e Información en Salud (DEIS), en Argentina 9 de cada 100 niños son prematuros. Por año, nacen aproximadamente 8.000 bebés antes de las 37 semanas de gestación.

En el marco del Día Mundial del Niño ­Prematuro, diario Hoy dialogó con la doctora Cristina Osio, jefa de Neonatología en el Sanatorio Otamendi, quien destacó la necesidad de mantener los controles para prevenir embarazos de riesgo y poder brindarle al recién nacido la mejor calidad de vida posible.

“En general, cuando uno prevé que va a nacer un paciente prematuramente, suele tener una entrevista con la familia y asesorarlos sobre lo que es la prematurez. Es importante que la mamá sepa del riesgo de prematuridad desde el mo­mento en que inicia la gestación, y para eso es fundamental que siga todas las indicaciones de su obstetra”, explicó Osio.

Si bien la OMS señala que no hay manera de predecir con exactitud la posibilidad de parto prematuro, la especialista recuerda que tanto “la edad materna como los tratamientos de esterilidad, los embarazos múltiples y las situaciones de hipertensión o diabetes en la mamá” pueden llevar a que un bebé nazca antes de tiempo. “Si bien se trata de una situación fisiológica, hay embarazos de alto riesgo, y esos embarazos requieren cuidados especiales para intentar evitar el nacimiento prematuro o para poder llegar a una edad gestacional lo más avanzada posible que le dé al bebé una mejor calidad de vida”, sostuvo.

Debido al nacimiento prematuro, los niños tienen mucho más riesgo de morbimortalidad. En este sentido, Osio remarcó que las causas de muerte dependen de “cada bebé y de la situación perinatal con la cual nace”.

“El principal motivo de mortalidad es la inmadurez. Cuanto más inmaduro es el bebé, mayor es la inmadurez en el pulmón y en el corazón, y si bien uno puede tratarlos con ventilación asistida y con medicaciones, los tratamientos no siempre van acompañados de éxito. Además, estos bebitos tienen una piel muy delgada, lo cual predispone al ingreso de gérmenes”, explicó.

La misma inmadurez se replica en el cerebro y en otros órganos como los riñones, motivo por el cual Osio destacó la importancia de la atención perinatal. “El futuro de la neonatología no está únicamente en los tratamientos neonatológicos, sino también en la medicina prenatal, la que se realiza durante el embarazo. Cuanto más temprano se hagan los diagnósticos, mayor será la prevención”, concluyó la especialista.

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