En la Jornada Nacional del Locutor, una profesional del micrófono todo terreno

Mariel Ríos es una locutora nacional que, en su día, nos cuenta desde su punto de vista cómo es su trabajo. “Uno tiene que saber cabecear, pasar la pelota, trabar, hacer el gol y además atajarlo”

Locución, una profesión que abarca mucho más que mil palabras y una buena oratoria. Con motivo de la celebración de su día, Mariel Ríos, una locutora que llegó a entrevistar a Cristina Kirchner cuando era presidenta, dialogó con diario Hoy sobre cómo es la profesión en los tiempos que corren.

Ríos se recibió en 2004 en el ISER y a su segundo año de carrera, cuando todavía tenía 19 años, empezó a trabajar en un magazine en Radio Sol. Hasta que llegó a Radio Nacional, donde forma parte del servicio informativo y redacta las noticias.

—¿Creés que cambió en estos últimos 20 años el rol del locutor?

—Sí, cambió. El locutor de por sí tiene que ser integral. Ya no se puede quedar con el título de ISER (Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica) nada más, porque el locutor antes leía avisos, anunciaba canciones. Hoy en día cualquiera conduce, modelos, actores, cualquier ser humano conduce. Entonces el locutor no se puede quedar con el carnet nada más, tiene que prepararse en otras cuestiones. Se amplió el rol pero para eso hay que prepararse.

—¿Cómo es el trabajo del locutor hoy?

—Cambió la manera de trabajar. Hoy un locutor, más allá de la pandemia, se edita sus propios trabajos, se graba, sale a la calle a hacer algún móvil y tiene que saber manejar las tecnologías. Antes se salía con todo un equipo, con un productor, con camarógrafo, asistente. Hoy en día además de ser cronista, es camarógrafo, productor. Hoy el locutor tiene que saber hacer todo. Tiene que saber cabecear, pasar la pelota, trabar y hacer el gol, y además atajarlo.

—¿Recordás alguna historia que te haya marcado en la profesión?

—Sí, tengo dos. La primera fue cuando me llegó un video de una página de internet de un diario, de un portal de noticias, de un hombre en Jujuy en un pueblo que funciona con luz solar, no tienen electricidad, no tienen televisor. No tiene nada más que una radio. Y el señor en ese lugar recóndito de la Argentina, con una simple radio me estaba escuchando a mí en las noticias en Radio Nacional. Y la segunda, durante la pandemia en la radio hago un segmento para el programa, para el panorama de noticias que se llama “Historias en cuarentena”, y hago notas altruistas, positivas, solidarias, de color. Y vi en redes una foto que se había difundido de un señor que se sacó las zapatillas para dárselas a un cartonero que estaba con unas ojotas rotas, con este frío.

—¿Cómo fue entrevistar a Cristina?

—Cubrí el G77 más China en el año 2014 y tuve que entrevistar en rueda de prensa precaria en la puerta de un hotel, estábamos haciendo guardia con otros colegas de otros medios esperando a Cristina Fernández de Kirchner. Nunca pensamos que ella iba a darnos la nota porque era tarde, eran las doce de la noche, recién llegada del aeropuerto. Y se acercó porque vio que estábamos nosotros, y nos atendió y pudimos tener un mano a mano con la presidenta. Eso fue lo más trascendente y muy gratificante para mí. Y me tocó cubrir a presidentes latinoamericanos, como Lula da Silva que estuvo dando conferencias acá en la Argentina. Además conocí a Evo Morales, tuve la suerte de hacerle una nota en el estudio de radio.

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