De acuerdo a los empresarios vinculados al sector de los gimnasios, sus actividades no se enmarcan en figuras restringidas por el Decreto de Necesidad y Urgencia como las “deportivas” o “recreativas” en espacios cerrados.
De acuerdo a los empresarios vinculados al sector de los gimnasios, sus actividades no se enmarcan en figuras restringidas por el Decreto de Necesidad y Urgencia como las “deportivas” o “recreativas” en espacios cerrados. Por esa razón, si bien algunos debieron cerrar nuevamente sus puertas, otros decidieron seguir operando amparados en esa presunta zona de “gris legal”.
Así, bajo la normativa de los protocolos sanitarios vigentes para el sector y el aforo permitido del 30% de la capacidad total, los locales se encuentran disputando la posibilidad de seguir ofreciendo sus servicios en el marco de la segunda ola por coronavirus. “Los gimnasios somos agentes de salud. No realizamos actividades recreativas ni deportivas”, dijo Fernando Storchi, presidente de la Cámara de Gimnasios de Argentina (CGA). “No se practican deportes, sino actividad física”.
Después de siete meses de cierre, el rubro pudo volver a abrir sus puertas en septiembre pasado. Aun así, a causa de las limitaciones en la capacidad, los empresarios señalan que perdieron un caudal que se aproxima al 40 y 45% de sus clientes. Siguiendo su interpretación del último DNU, las nuevas restricciones no los alcanzan. “Tenemos nuestra propia identidad y protocolos”, apunta Adrián Stoll, miembro de la misma cámara. “Cumplimos con ellos y funcionaron muy bien”.
Para el Gobierno nacional, sin embargo, están incluidos en la norma publicada en el Boletín Oficial. Frente a la polémica, muchos decidieron abrir y podrían ser apercibidos o hasta clausurados en el ámbito de CABA. En Provincia, aquellos gimnasios ubicados en los municipios del AMBA que regresaron a Fase 2 tendrían prohibido funcionar.