Entre globos y caramelos, los más chicos comenzaron a inmunizarse

Tuvieron que pasar veinte meses, pero un día llegó su turno. Fueron ellos, los más pequeños a quienes la pandemia les quitó casi dos años de la infancia, con cumpleaños postergados, clases suspendidas y meses sin plazas ni juegos al aire libre, sin entender mucho lo que estaba pasando, cómo o por qué.

Ayer en la ciudad de La Plata se comenzó a vacunar a los niños de entre tres y once años y los vacunatorios se llenaron de alegría y felicidad.

Con globos en la puerta para recibir a los más chiquitos, shows con animaciones para hacer más amena la vacunación y un puñado de caramelos como “premio” para atenuar el dolorcito del pinchazo, los vacunatorios de la ciudad recibieron a cientos de chicos que acompañados por un adulto se sumaron al plan de vacunación masiva contra el coronavirus.

En diagonal 75 y 16, por ejemplo, las vacunas comenzaron a aplicarse a partir de las 8 de la mañana. Allí, una mamá llevó a sus hijos mellizos que cumplían once años (nacieron el 12 de octubre del 2010) y celebró la campaña que se está llevando adelante para inmunizar a toda la población antes de fin de año.

“Enseguida que los anoté, el turno llegó rápido. Ellos van a la tarde a la escuela, pero en este caso les ofrecí no ir, si no querían, ya que además cumplen años”, comentó la mamá de los “mellis” que fueron consultados por diario Hoy en la puerta de los consultorios externos del Hospital de Niños.

Por su parte Enzo, otro nene del centro de La Plata, explicó: “Tengo un poco de miedo, pero tengo más ganas de vacunarme”. “Hoy no voy a la escuela”, exclamó el pequeño de siete años.

“Estaba muy contento cuando se enteró que le iba a llegar el turno para vacunarse”, comentó la madre de Enzo que también se acercó al diagonal 75 y 16.

Cabe señalar que además de los globos, la animación y la contención que los chicos recibieron, se les ofreció a los padres completar el calendario de vacunación de otras patologías que también se estaban aplicando en este y otros vacunatorios, sin que sea un requisito indispensable esperar un tiempo prudencial para recibir otras vacunas.

“Estoy muy feliz que me hayan dado la primera dosis”

Tomás Gutiérrez llegó con su mamá desde Los Hornos hasta el vacunatorio de los consultorios externos del Hospital de Niños para vacunarse. Sufre broncoespasmos y celebró la llegada de la vacuna con mucha tranquilidad.

“No me dolió el pinchacito. Estoy muy feliz que me hayan dado la primera dosis”, comentó el niño de 11 años que llegó acompañado por su mamá.

“No dudé un segundo en anotarlo y el turno llegó rápido. Venimos de Los Hornos y estamos muy contentos con la vacuna, la posibilidad”, explicó la madre del menor en la puerta de los consultorios.

Por su parte Adriana, una nena de cuatro años, llegó al vacunatorio acompañada por su abuela y su mamá desde Lisandro Olmos.

“Tardamos quince minutos para que la vacunen. Fue todo muy rápido”, comentó la mamá de Adrianita, quien con se fue del vacunatorio con caramelos en las manos y un sinceramiento: “Me dolió un poquito”.

Esta familia admitió las dificultades que generó la pandemia para un niño de temprana edad, que el año pasado prácticamente no pudo asimilar el proceso de desprenderse del hogar para empezar el jardín, y recién ahora se están acostumbrando a estar afuera de casa y en contacto con otras personas por más de cuatro horas.

“Nos costó muchísimo que ahora quiera arrancar otra vez el jardín que tuvo que cortar el año pasado por la pandemia”, aseguran.

En los consultorios externos del Hospital de Niños se notó una asistencia casi perfecta a los turnos que se fueron dando, y la campaña seguirá hoy en todos los vacunatorios de la región.

Para recibir un turno es necesario inscribir al menor a través de la aplicación Vacunate, y en el lapso de una semana se estará recibiendo el día, lugar y horario para la aplicación de la primera dosis de la vacuna de Sinopharm.