Francisco, al frente de una importante reforma vaticana

Reemplazó al cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller, la máxima autoridad del organismo encargada de juzgar a los curas pedófilos. Además de ser acusado por falta de cooperación, es visto como un ferviente opositor a la doctrina que profesa el Papa

El Papa Francisco reemplazó ayer al cardenal alemán Gerhard Ludwig Müller como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo encargado de juzgar a los sacerdotes pedófilos.

Müller, quien se mostraba crítico con el proceso de reformas del Sumo Pontífice, había sido designado el 2 de julio de 2012 por el entonces Papa Benedicto XVI. Francisco decidió no renovar su mandato y ayer anunció su reemplazo por el jesuita y actual secretario del organismo, el español Luis Ladaria Ferrer, informó el Vaticano en una nota oficial.

Ladaria Ferrer es, además, presidente de la comisión instituida por Francisco el año pasado para evaluar el posible diaconado femenino. 

Además de encargarse de “custodiar la doctrina”, la Congregación es el organismo encargado de llevar adelante los procesos canónicos contra sacerdotes acusados en casos de pedofilia. 

Tiempo atrás, Müller había sido duramente criticado por su “falta de cooperación” por la irlandesa Marie Collins, una exmiembro de la comisión antipedofilia creada por el Sumo Pontífice en 2014. Collins tuvo que abandonar su cargo en marzo pasado enfrentada con el alemán y molesta por su indiferencia. 

Müller, que había sido ungido cardenal en 2014 por Jorge Bergoglio, es visto como un “duro” de la doctrina y debía renovar su mandato de cinco años el próximo domingo al frente de la más antigua de las congregaciones romanas, fundada en 1542.

El purpurado alemán comenzó a mostrarse como un férreo opositor al proceso de reformas de Francisco cuando en 2014, a pocas semanas del inicio del sínodo extraordinario sobre la familia convocado por el Pontífice, escribió junto a otros cuatro cardenales un libro en contra de que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, una posibilidad que Francisco tenía entonces en mente y que materializó en la exhortación apostólica Amoris Laetitia de 2016. 

Por otra parte, Müller también fue especialmente crítico con la visita que Francisco hizo el año pasado a Lundt, Suecia, para conmemorar los 500 años de la reforma de Martín Lutero junto a los protestantes.

En esa oportunidad, Müller se manifestó abiertamente disconforme con el Papa: “Nosotros los católicos no tenemos ningún motivo para festejar el 31 de octubre de 1517, es decir, el comienzo de la Reforma que llevó a la ruptura de la cristiandad occidental”, aseguró desde España. Había viajado a ese país para presentar un libro sobre Bergoglio y Ratzinger, en el que deja en evidencia su predilección por el primero.

Dentro de la Iglesia, la visión conservadora de Müller es vista como la contracara de otros cardenales a los que el Papa suele recomendar para interpretar sus textos, como el austríaco Christoph Schönborn

Fuera de Roma, Müller expresa una visión contrapuesta a la doctrina de uno de los teólogos favoritos del Pontífice, el argentino Víctor Manuel Fernández.

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