La causa humanitaria de una egresada de Medicina

La egresada de la UNLP que sigue los pasos de Patch Adams

Desde el arte y la amistad, Vanesa Romano lleva adelante un trabajo humanitario en la Amazonia peruana, bajo el padrinazgo del famoso inspirador de los payamédicos. Sin embargo, por falta de financiamiento, el proyecto corre peligro

Antes que médica, Vanesa Romano fue murguera y payaso hospitalario. Esta mujer de 33 años egresada de la UNLP, que siempre luchó contra las injusticias, en 2010 tuvo una epifanía: en un viaje a Belén, en la ciudad de Iquitos, Perú, además de conocer al reconocido médico y payaso Patch Adams, supo que ese era el lugar donde podía poner en juego todo el amor y el entusiasmo que tenía para dar. Por eso, desde hace tres años, participa de un proyecto comunitario mediante el que intenta sanar las heridas de un pueblo castigado. 

“Aquí encontré el sitio para ponerle el rostro a las injusticias. El hambre tiene cara y es la de nuestros amigos. Las ganas de querer hacer algo nacen de un lugar tan profundo que hace que el trabajo que uno emprende a diario sea completo, no a medias”, explicó Vanesa a este medio desde Perú. Belén es un asentamiento de Iquitos de 7.000 habitantes que, además de inundarse todos los años por la crecida del río y de vivir seis meses bajo el agua, sufre todo tipo de problemáticas: contaminación, violencia, alcoholismo, enfermedades y discriminación.     

En este postergado lugar ubicado en la Amazonia peruana, la joven nacida en Bolívar y criada en Mar del Plata continúa junto con otros tres payasos hospitalarios el legado de Patch Adams, el médico estadounidense y activista social que revolucionó el concepto de salud, ligándolo al amor, el humor y el encuentro como herramientas para acercar y sanar a las personas. Para aquellos desprevenidos, la historia de este médico y payaso se popularizó gracias a la película protagonizada por Robin Williams.  

Consultada sobre su relación con Patch, Vanesa explicó: “Es todo un personaje, y sin dudas ha sido uno de los grandes responsables de que mi vida tuviera un giro. Cuenta con una larga militancia y comparto mucho su discurso. Es muy consecuente con lo que dice y hace”.

Motivada principalmente por el ejercicio de la atención a la salud desde una mirada más abarcadora , Vanesa explicó que “lo maravilloso de esta experiencia es que la profesión es una consecuencia de algo mucho más importante: los vínculos y el amor por las personas. Antes que médica me conocieron como amiga. En esas charlas surgen las consultas médicas y a partir de ahí se puede acompañar de manera concreta”.  

En estos tres años que lleva en Perú, además de asistir en la salud, junto a sus compañeros la doctora pudo acompañar desde lo legal, psicológico, educativo y económico a más de 100 familias. Entre otros programas que lleva a cabo, se destacan los talleres de cocina, expresión artística y promoción de la lectura. “Los vínculos y el amor pueden ser vistos como algo naif, pero sinceramente tienen una fuerza muy grande”, explicó Vanesa.  

En busca de una ayuda

En poco tiempo, por falta de financiamiento, este loable proyecto podría llegar a quedar “en una pausa”. Con el fin de que esto no ocurra, el equipo del que forma parte Vanesa creó una cuenta de financiamiento colectivo. Para poder extender y potenciar por un año este trabajo, los jóvenes payasos necesitan juntar 50.000 dólares. 

Aquellos interesados en colaborar pueden hacerlo entrando a la página www.generosity.com y buscar el proyecto “For Belén - Community Clown Project”, o bien ingresando al siguiente link: https://igg.me/at/8OTTA1MLqHE.  

“En los primeros años habíamos recibido donaciones, pero ahora ya no. Queremos seguir, por eso lanzamos esta propuesta, que además tiene la intención de darle visibilidad al proyecto”, concluyó Vanesa.  

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