La revalorización y los nuevos desafíos de la salud mental

Ante un contexto que evidenció el aumento de ciertos trastornos, los especialistas entienden que es fundamental modificar la actual ley, vigente desde el 2010.

Días atrás se dio a conocer un informe del que participaron diversas entidades nacionales donde se asegura que hubo un fuerte aumento de consultas en el país por depresión y ansiedad, entre otros trastornos, como consecuencia de la llegada de la pandemia. Sin lugar a dudas la aparición de la Covid-19 castigó duramente a gran parte de la población en lo que respecta al bienestar emocional, psíquico y social; a pesar de que sigue siendo en cierta medida un tema tabú, la salud mental cobró una relevancia significativa este último tiempo.

El psiquiatra y coordinador del área de Salud Mental del Hospital Español, Fabián Lamaison, le expresó a diario Hoy: “La comunidad perdió un poco el estigma que tiene la consulta al psiquiatra o al psicólogo. En este contexto de pandemia, con síntomas muy agudos como taquicardia, ataques de pánico o insomnio agudo, las herramientas farmacológicas se revalorizaron. La ayuda que dan estos psicofármacos con el avance de la farmacología, con diseños cada vez más específicos, ha hecho que tengan más contacto con la sociedad a partir del coronavirus”. A la par de recordar que durante la pandemia las principales consultas tuvieron que ver con el confinamiento, con el duelo y con las cuestiones económicas, señaló: “Lamentablemente desde el lado de las políticas de salud mental estatales se manifestó lo que se venía viendo, un degradamiento. En los últimos 40 años no se le ha dado la importancia que tiene la salud mental”.

Para muchos especialistas, la actual ley de Salud Mental sancionada en 2010 debe modificarse y readaptarse a lo que ocurre en el plano nacional. “Mi posición con respecto a la Ley es que me parece que fue copiada e instaurada a partir de modelos de países del primer mundo, con un sistema de salud totalmente diferente. No estoy de acuerdo con la ley, tampoco con la necesidad que tienen los pacientes en forma aguda de tener un servicio de urgencias para ser asistidos; porque más allá de que podemos decir que la idea de la ley pudo contribuir positivamente, el contexto y la situación económica y social no ameritan que no existan lugares de atención para pacientes agudos, y en este contexto de pandemia han aumentado los consumos problemáticos”, remarcó el integrante de la Asociación Argentina de Psiquiatras.

Luego, agregó: “Muchos de los pacientes quedan sin atención porque la Ley de Salud Mental necesita de agentes no médicos como jueces y gente que no está relacionada con la salud para determinar la internación de un paciente. A veces estos caminos se hacen engorrosos y la idoneidad de un psiquiatra, que está formado y estudió para determinar cómo, cuándo y dónde internar a un paciente se ha perdido en esta nueva reglamentación, porque no depende solo de su criterio. Puede ser un peligro para pacientes ambulatorios que deberían ser tratados adecuadamente en un servicio de salud mental en forma integrativa con el psiquiatra a la cabeza y todos los dispositivos que exige el tratamiento”.

Entendiendo que actualmente la sociedad se encuentra atravesando una segunda pandemia de salud mental, el experto explicó que se hace imperioso consultar a los servicios especializados en caso de ser necesario.

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