Cultura

La viuda de Winchester

La culpa por el invento del marido la atormentó durante toda su vida y la llevó a la locura

En 1866, Oliver Winchester inventó un fusil con acción de palanca que fue el más famoso rifle a repetición, es decir que podía disparar numerosas veces sin necesidad de una recarga. Sarah Lockwood Pardee, su esposa, aborrecía las armas, lo que le había valido más de una discusión con su marido. “¿Cómo puede el inventor no ser responsable de los crímenes cometidos por su invento?”, era su pregunta.

Al enviudar, la pregunta se volvió en paranoia: estaba convencida de que los fantasmas de todos los que habían muerto por culpa del invento de su esposo la perseguían por su casa. De modo que ella no hizo sino ampliar y ampliar la mansión, añadiendo puertas falsas, escaleras que no conducían a ninguna parte, cocinas, salas y más salas, hasta el día de su muerte, huyendo de aquellos espectros. Fue la casa con más habitaciones y ventanas de todo New Haven.

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