cultura

El monasterio abandonado de Brandsen

En la localidad bonaerense cercana a La Plata, un majestuoso monasterio permanece detenido en el tiempo.

Perdido entre árboles y pastizales, se encuentra en la localidad de Brandsen un monasterio abandonado, una construcción que quedó envuelta entre el misterio y el olvido.

El majestuoso sitio funcionó como un seminario católico donde jóvenes se preparaban para el sacerdocio, razón por la cual los lugareños lo apodaban "Los Curitas". Desde hace años el antiguo edificio es un lugar en ruinas.

De estilo gótico con toques renacentistas, el complejo contaba con habitaciones y hasta una pileta de natación, pero con el tiempo y la falta de ingresantes, fue cayendo en desuso y finalmente cerrado.

La enigmática construcción también es objeto de numerosas leyendas y mitos urbanos. Hay quienes afirman haber escuchado gritos o ruido de cadenas mientras la visitaban.

Toda esa zona fue forestada por el paisajista y naturalista francés Carlos Thays, que fue el creador, planificador y ampliador de 69 plazas y paseos públicos de la Ciudad de Buenos Aires.

Thays llegó a la Argentina a finales del siglo XIX y fue director general de Paseos Públicos y diseñó varios de los parques y estancias más importantes del país.

Este monumento arquitectónico es un testigo silencioso de tiempos pasados y un recordatorio de la importancia de valorar nuestro el patrimonio histórico y cultural de nuestro país.

El municipio de Brandsen ha expresado interés en recuperar el sitio para fines turísticos, aunque por ahora permanece inaccesible al público. La tranquera de la calle se encuentra cerrada con alambres de púa.

Actualmente el predio es privado y no se puede ingresar. Sin embargo, el antiguo edificio despierta la curiosidad de cientos de visitantes, exploradores y fotógrafos que no pierden la oportunidad para conocer este pedacito de historia.

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