Ley de Glaciares: a 10 años de una conquista histórica

Diario Hoy dialogó con Diego Salas, director de Desarrollo de Greenpeace sobre la importancia de la normativa y el desafío de proteger “ecosistemas que nos corresponden a todos”.

El 30 de septiembre de 2010, el Congreso Nacional aprobó la Ley Nacional de Glaciares, cuyo objetivo central es la preservación de estas reservas estratégicas de recursos hídricos. Una década atrás. Argentina se convertía en el primer país de América Latina en aprobar una reglamentación que protegiera sus glaciares.

El logro de las más de 200.000 personas que se involucraron para defender estas reservas de agua dulce ayudaron a detener 44 proyectos mineros que iban a operar en las inmediaciones de estas masas de hielo.

Si bien estas estructuras cubren solo el 10% de la Tierra, albergan el 75% del agua dulce disponible. En nuestro país, hay un total de 14.500 glaciares distribuidos a lo largo de casi 4.000 kilómetros en la Cordillera de los Andes.

Diego Salas, director de Desarrollo de Greenpeace, dialogó con diario Hoy sobre el orgullo de “haber logrado tener una ley que enfrentó nada más y nada menos que al sector minero”.

Lideradas por la canadiense Barrick Gold, las empresas mineras buscaron boicotear la implementación de la norma que prohíbe la minería sobre glaciares o el ambiente periglacial.

En 2011, la compañía inició una demanda contra el Estado argentino para que la ley fuera declarada inconstitucional. El año pasado, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sostuvo la constitucionalidad de la normativa y posicionó los derechos colectivos por encima de los individuales, como es el derecho al agua.

“Esto fue posible gracias al trabajo del sector civil, de los pueblos locales, que se sentían directamente afectados y por la participación de miles de argentinos y argentinas que presionaron al Congreso para que no respondiera a los intereses de las mineras y sí respondiera a los intereses de la protección del medio ambiente”, destacó Salas.

Pese a la implementación de la Ley de Glaciares, Barrick Gold sostiene dos emprendimientos mineros en la provincia de San Juan: Veladero y Pascua Lama.

Desde Greenpeace informaron que las instalaciones de Veladero están localizadas sobre ambiente periglacial (bajo tierra). Además, el emprendimiento se encuentra dentro de la Reserva de Biósfera San Guillermo, lo cual pone en riesgo el agua, la vegetación y a más de 125 especies animales de la zona.

Salas entiende que se trata de una empresa minera cuyo único propósito es “seguir enriqueciéndose a costa de la destrucción de glaciares”. Luego agregó: “En Chile, sin que el país tenga una ley de glaciares, la Barrick Gold cerró las puertas. Increíblemente en Argentina, donde sí existe una regulación, la compañía aún no lo ha hecho. Nosotros confiamos en que tarde o temprano van a terminar cerrando el emprendimiento porque no tienen ningún sentido, no trae ningún beneficio”.

“Detrás de cada atentado ambiental, se esconde un beneficio a favor de unos pocos que pretenden destruir ecosistemas que nos corresponden a todos”, explicó el director de Desarrollo de la ONG.
A 10 años de aquella sanción histórica, y más allá de los efectos positivos de dicha regulación, las distintas organizaciones ambientalistas siguen trabajando para detener todos los proyectos mineros que se están ejecutando tanto en la zona glaciar como en la periglacial.

“Es muy importante el cumplimiento de la ley y el trabajo de auditoría permanente sobre estos emprendimientos que aún no han terminado de cerrar. A partir de ahí habrá que aumentar el control para que nadie ponga ni un pie, ni una máquina arriba de estas zonas que han sido declaradas patrimonio de la humanidad”, concluyó Salas.

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