CULTURA
¿Marilyn Monroe se suicidó?
El final de una de las mayores divas de la historia de Hollywood aún no está definitivamente resuelto, siguen tejiéndose hipótesis.
El presunto suicidio de Marilyn Monroe fue uno de esos casos en que la versión oficial fue puesta en duda por la opinión pública. La noticia de su muerte sacudió a Hollywood. Sin embargo, muchos de sus allegados se negaron a admitir la posibilidad de su suicidio. En ese marco, lo que no contaron la casi infinita sucesión de artículos, biografías políticamente correctas y reportes que se escribieron sobre el tema en los meses sucesivos fue cierto número de incongruencias que apuntaban a una hipótesis muy diferente de la del suicidio.
En ese sentido, el consejero y amigo de la actriz, Lee Strasberg, hizo en su momento una polémica declaración al New York Herald Tribune: “No se suicidó […] de haber sido un suicidio, habría ocurrido de otra manera. Para empezar, nunca lo hubiera hecho sin dejar una nota. Además, hay otras razones fuera de toda duda, que nos permiten pensar que no intentaba poner fin a su vida”. El análisis toxicológico realizado por el doctor R. J. Abernethy no dejaba dudas respecto a la causa de la muerte: una sobredosis de barbitúricos (un compuesto de fármacos que causan somnolencia). Sin embargo, pocos pudieron comprender que semejante cantidad de medicamento no hubiera dejado el menor rastro en el estómago o los intestinos. Desgraciadamente, este examen posterior jamás llegó a realizarse porque las muestras de órganos desaparecieron misteriosamente.
No obstante, no fueron las únicas pruebas que se perdieron: el diario personal de Monroe desapareció de una caja fuerte del Palacio de Justicia de Los Ángeles. Incluso el contador telefónico que contenía el registro de llamadas realizadas aquella noche desde la casa de la víctima fue confiscado por “unos hombres de traje oscuro y zapatos relucientes”, según declaró el encargado de la compañía telefónica. Una de esas llamadas fue la que hizo a su peluquero, Sidney Guilaroff: “Marilyn estaba muy trastornada. Lloraba histéricamente. Dijo que Bobby Kennedy había estado en su casa con Lawford y que la había amenazado. Hubo una discusión violenta. Tenía miedo. Estaba aterrorizada”.
A propósito del diario extraviado, cobró especial importancia el testimonio de Rober Slatzer, uno de los allegados de la actriz, quien recordó que en los días previos Marilyn se encontraba emocionalmente hundida: primero John Kennedy y luego su hermano Robert la habían seducido y abandonado sin más explicaciones. En un momento de la conversación, ella sacó del bolso un pequeño diario de tapas rojas al que denominaba su “libro de los secretos”. Entre otras cosas, en él se hablaba de los planes del gobierno de ejecutar a Fidel Castro, de pruebas atómicas y de cómo había sido idea de Bobby Kennedy retirar el apoyo aéreo a la invasión de Bahía de los Cochinos. Nadie sabe hasta qué punto los Kennedy se tomaron en serio tales amenazas; pero lo cierto es que existieron diversos testigos que sitúan a Bobby Kennedy aquella noche en la casa de la actriz.
En el libro “Goddes” de Anthony Summers, el autor plantea que Bobby habría iniciado su relación con Monroe para proteger a su hermano. Para John, la actriz no era más que un ligue de una larga lista. Pero en la cabeza de la joven artista había otro tipo de aspiraciones, que no descartaban el matrimonio. Cuando su presidencial amante se aburrió de ella, Marilyn decidió no rendirse sin luchar. Ése es precisamente el momento en que Bobby entra en escena, una estrategia que no hizo sino empeorar las cosas.
Muy poco se sabe sobre el último día Marilyn Monroe. Lo cierto es que cuando la policía ingresó al departamento la encontraron tendida en el suelo del bungalow de invitados, inconsciente y aferrada a un teléfono. El cadáver fue trasladado a su dormitorio y cuando llegó el primer grupo de agentes civiles, entre los que se encontraba el capitán James Hamilton, amigo personal de Kennedy, y formuló la idea del suicidio nadie tuvo la menor intención de contradecirlo.