Matera, la ciudad de las piedras y las obras de arte

Ubicada el corazón de la Basilicata, en el sur de Italia, la ciudad de Matera no deja sorprender por su impresionante paisaje: un laberinto de rocas de toba y de cuevas de antiguos lugares habitados que se han convertido en verdaderas obras de arte.

Los rincones de esta ciudad italiana de 60.000 habitantes llevan habitados más de 9.000 años y sus sassi son considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ejemplo de una forma de vida milenaria que hay que preservar y transmitir.

Los sassi son cuevas excavadas en la montaña. En los años 50, después de la Segunda Guerra Mundial, este precioso sitio era considerado la vergogna nazionale (vergüenza nacional) por su pobreza e insalubridad, no tenía instalaciones eléctricas ni saneamientos.

En esos años, el gobierno obligó a sus 16.000 habitantes a abandonar sus “casas cueva” y los reubicó en nuevas viviendas. A mediados de los 80, es cuando se empieza a escribir la nueva historia de Matera y se inicia el proceso de restauración de los sassi y de sus más de 150 iglesias rupestres.

Con el tiempo, la ciudad vivió una restauración que la llevó incluso a ser Capital Europea de la Cultura en 2019. Rica en paisajes y obras arquitectónicas únicas, guarda evidencias de asentamientos humanos desde el Paleolítico hasta la actualidad.

La primera cerámica neolítica de Matera se remonta a unos 7500 años antes de Cristo, cuando se producía cerámica de terracota en los pueblos. La icónica ciudad, con sus luces y sobras, tiene probablemente orígenes griegos, según precisan los historiadores.

Asimismo, es también considerada como “la segunda Belén” por su parecido a la mítica ciudad que se encuentra al sur de Jerusalén, y ha sido escenario de películas como El Evangelio según San Mateo, de Pier Paolo Pasolini, y La pasión de Cristo, de Mel Gibson.