Musicoterapia: la disciplina que esperaba regresar a la atención presencial

El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en conjunto con el gobierno bonaerense, implementaron el ­pro­tocolo para que los musicoterapeutas puedan atender de manera presencial desde la fase 3, con medidas que apuntan a continuar con la actividad minimizando los riesgos de contagio del coronavirus.

Los profesionales coincidieron en la importancia de retomar y recuperar las actividades.

En este sentido, la secretaria de la Asociación de Musicoterapia La Plata, Alejandra Greig, explicó a diario Hoy: “La posibilidad de volver tiene que ver con la reconexión de aquellos tratamientos que de manera remota no se han podido sostener. Es muy diferente el trabajo que se hace en vivo a aquel que puede desarrollarse de manera remota. Y aunque nos hemos adaptado a esta modalidad, la virtualidad nos aísla de muchas cuestiones que suceden en el encuadre terapéutico que son muy valiosas”.

Si bien desde la cartera sanitaria aseguraron que el documento podría sufrir modificaciones y que se encontrará en constante revisión, el protocolo aprobado establece pautas para la atención en consultorios privados, instituciones o domicilios, teniendo en cuenta las necesidades de las personas que realizan este tipo de terapia. Además, menciona cuestiones relacionadas a la bioseguridad, tanto para los profesionales como para los pacientes y sus acompañantes.

Sobre la tarea específica de los musicoterapeutas, Greig detalló: “El trabajo se basa en promover y recuperar la historia de vida a través del recorrido singular, sonoro-musical, de cada persona. Compartir experiencias musicales que potencien habilidades personales del individuo, como la crea­tividad, la capacidad de elección, el reconocimiento del otro, la posibilidad de interactuar con otros, la resolución de conflictos son algunos de los objetivos que se proponen en la musicoterapia”.

Aunque es una actividad de gran importancia, con más de cincuenta años de vida, un recorrido universitario y profesionales de la salud con sólida formación científica, todavía demanda un reconocimiento en diferentes ámbitos, sobre todo en instituciones públicas.