Hay esperanza

Padre e hijo se recuperaron de Covid-19 gracias al plasma

Son dos ejemplos claros de cómo ayuda el plasma de los pacientes recuperados para superar la enfermedad. Se refuerza el pedido de donación.

Julio Fabián y Carlos Arapa son el ejemplo de lo que los profesionales de la Salud remarcan cada día: donar plasma salva vidas. Ellos son padre e hijo, viven en la localidad de Malvinas Argentinas y resultaron positivos de Covid-19, estuvieron en una situación compleja por el avance de la enfermedad y, al recibir plasma donado por recuperados, volvieron a vivir.

“Me sentía mal y fui al hospital Abete, y ahí me dijeron que tenía neumonía avanzada y quedé internado, me hicieron el hisopado y dio positivo. Ahí pasé a terapia intensiva porque me sentía cada día peor, ni siquiera podía comer, estuve cuatro días internado y en el quinto día me dijeron que me iba a dormir y cuando desperté habían pasado tres semanas”, relató Julio a diario Hoy.

El hombre, de 58 años, despertó luego de estar muchos días asistido con respirador y fue gracias a la transfusión de plasma. Este tipo de donación es promovida por las autoridades sanitarias, ya que el plasma de un paciente puede llegar a salvar hasta cuatro vidas.

“Me dijeron que me habían puesto plasma por autorización de mi familia y gracias a eso volví a nacer. Al segundo día ya empecé a sentirme mejor, no sabía lo que era, pero gracias a eso estoy vivo. Es una enfermedad complicada, en mi familia se contagiaron cinco personas. Uno de mis hijos recibió plasma también, por suerte él no llegó a estar tan grave, iba por el mismo camino, pero le hicieron la transfusión y lograron que se recuperara a tiempo”, relató.

Para aquellos recuperados que quieran donar, deben comunicarse al 0800-222-0101 con el Cucaiba y definir los pasos a seguir para la extracción. En la Provincia, 158 personas ya recibieron plasma.

“No sé cómo me contagié, porque desde que dictaron la cuarentena nos quedamos en casa, solo salía para hacer las compras, pero pudo haber sido en cualquier lugar donde fui a comprar. Cuando todos quedamos aislados, recibimos ayuda de los vecinos y la Municipalidad para la comida y las cosas que necesitábamos. Me quedó un poco de miedo, pero ahora tenemos que apoyar a mi esposa, María del Carmen, que hizo de enfermera de todos y nos atendió durante el aislamiento”, remarcó Julio.

“Dos de mis hijos ya hicieron el protocolo para donar y ver si son compatibles, vamos a donar dentro de lo posible. Es muy importante que salga la ley de plasma, pero, más allá de eso, tenemos que ser conscientes todos los recuperados de que podemos salvar muchas vidas si donamos y tratar de quedarnos en casa, mantener los cuidados de lavarnos las manos, usar tapabocas, porque el virus está en todos lados”, concluyó.

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