cultura
Para conocer más al padre de Clemente
Caloi creó personajes como Clemente, Bartolo y la Mulatona, que quedaron grabados para siempre en el imaginario popular.
Parecía el estereotipo del porteño, pero había nacido en Salta, el 9 de noviembre de 1948. Era hincha de River, le gustaba jugar al básquet, le preocupaba la política, era muy tanguero y, sobre todo, amaba contar historias con los cuadraditos de una historieta, captando los rasgos identitarios más fuertes de nuestra idiosincrasia, sintonizando siempre con la sensibilidad de esos lectores que lo convirtieron en uno de los dibujantes más populares de Argentina.
Su nombre era Carlos Loiseau, de niño estuvo marcado por las revistas de la época dorada de la historieta argentina. Su primera publicación la hizo en 1966, en Tía Vicente, una revista dirigida por Landrú y que por entonces acompañaba al diario El Mundo. Ya en esa época conoció esa amenaza con la que volvería a enfrentarse en muchas ocasiones: la censura. Una de las primeras medidas tomadas por la dictadura de Onganía, fue cerrar la revista que había publicado en tapa un dibujado que lo presentaba como una morsa.
Durante el Mundial de fútbol de 1978, tuvo un sonado enfrentamiento con el relator deportivo José María Muñoz, quien era una suerte de vocero de la dictadura padecida en esos años. Muñoz pedía que no se arrojaran papelitos en las canchas, para que los argentinos no dieran “imagen de sucios” en el exterior. Clemente, por el contrario, animaba a los hinchas para que celebraran un carnaval de papelitos en el aire que alfombraran las canchas, como ocurrió cuando la Selección Nacional jugó en Rosario. La tribuna cantó entonces: “Muñoz, Muñoz, Clemente te cagó”. Clemente reflexionaba por esos días: “Hay que erradicar los papelitos por el Mundial. Hay que evitar peleas, agresiones, hurtos, amontonamientos, estafas, acomodos, por el Mundial. Cuando veo que todo eso se hace por el Mundial, me agarra un julepe bárbaro… ¿Qué va a ser de nosotros cuando termine el Mundial, se vaya el último turista y nos quedemos solos?”.
Clemente nació como personaje secundario de Bartolo, una tira que Caloi comenzó a publicar en 1968. El personaje cobró tal popularidad que llegó a la televisión. No había mundial que no contara con su vincha celeste blanca, y su tribuna plurinacional. En 2004 el personaje fue Patrimonio Cultural de la Ciudad por la Legislatura porteña, Sus canciones murgueras -cuyas letras fueron escritas en colaboración con Alejandro Dolina-, forman parte del repertorio habitual de todas las hinchadas y las murgas rioplatenses -en las que es difícil no encontrar algún integrante que no lleve la imagen en su levita-. La obra de Caloi ha sido recopilada en casi cuatro decenas de libros.