Pileta y hongos: ¿cómo combatir un clásico del verano?

En plena temporada de verano y con las altas temperaturas reinantes en la región, se despiertan las ganas de pasar el día en la pileta. Sin embargo, para disfrutarla plenamente habrá que evitar situaciones poco placenteras como por ejemplo, el contagio de hongos.  Los hongos son pequeños microorganismos que pueden permanecer durante meses en estado vegetativo (esporas) y al darse las circunstancias óptimas de humedad y temperatura (entre 20/ 28 C), iniciar su crecimiento y proliferación. Estas condiciones se dan especialmente en piletas, por lo que es imprescindible poner especial atención para no contraerlos.

En diálogo con diario Hoy, la dermatóloga, Natalia Muñoz Balestra,  explicó que “la Prevención es el mejor tratamiento”. Según la especialista hay que evitar caminar descalzo por el borde de la piscina, ducha o vestuarios. “Algunos hongos sobreviven en los restos de células descamadas de la piel, por lo que el contacto directo con estas es una de las principales causas de infección. El contagio se evita usando calzado propio, sin compartirlo ya que podrían quedar restos de otra persona infectada”, aseguró la consultada. 

Cuidados especiales 

Otro de los puntos a tener en cuenta para no sufrir infecciones pasa por tomar el hábito de ducharse antes y después de entrar a la pileta. “Al ducharnos barremos las escamas (células muertas), probables portadoras de hongos. De esta manera evitamos que se sigan propagando y contagiando a otras personas del natatorio”, remarcó la doctora Balestra.

Por otro lado, la humedad es uno de los principales factores que hace posible la proliferación de hongos. Por este motivo secar bien las zonas que habitualmente quedan húmedas, como los pliegues entre los dedos de los pies, las axilas y  la entrepierna resulta fundamental.  “Es importante que recordemos no utilizar la misma toalla que otra persona, ya que funciona de la misma manera que con el calzado y así evitamos contagiarnos”, sintetizó la dermatóloga. 

Más allá de la prevención, quienes concurran a un natatorio están expuestos al contagio. Si tenemos síntomas de picazón, ardor, descamación o fisuras en el lugar de la infección, es probable que hayamos contraído hongos.  Lo más importante es recurrir a un médico y no comprar cremas de venta libre sin saber de qué tipo de hongo se trata.