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La tranquilidad de la domesticación puede haber cambiado la forma en la que se desarrollan estos animales.
07/02/2022 - 00:00hs
Publicado recientemente en la revista Royal Society Open Science, un estudio señala que el cerebro de los gatos está reduciendo su tamaño por influjo de los seres humanos. Para su investigación, un equipo conformado por científicos de la Universidad de Viena y el Departamento de Ciencias Naturales de los Museos Nacionales de Escocia comparó las medidas craneales (un indicador del tamaño del cerebro) de los gatos domésticos modernos con las de dos de sus ancestros salvajes más cercanos, los gatos monteses africanos (Felis lybica) y europeos (Felis silvestris). Los resultados son notables.
A través de su trabajo, el equipo descubrió que el tamaño del cráneo, y por lo tanto del cerebro, en los gatos domésticos se ha reducido significativamente en los últimos 10.000 años en comparación con el de sus antepasados salvajes. Esto, apuntan los investigadores, no significa necesariamente que los gatos caseros sean más tontos, por ejemplo, que un gato montés. Lo que sí parece demostrar es que la tranquilidad de la domesticación puede haber cambiado la forma en la que se desarrollan estos animales.
Estos cambios podrían empezar cuando el gato es aún un embrión y apenas esta empezando a desarrollar las células de su cresta neural, que solo tienen los vertebrados y que, entre otras cosas, desempeñan un papel clave en el desarrollo del sistema nervioso. “La selección de la mansedumbre en la domesticación de animales puede haber causado una regulación a la baja en la migración y proliferación de las células de la cresta neural, lo que lleva a una disminución de la excitabilidad y el miedo”, dice el estudio. “Sin embargo, esta regulación a la baja también puede causar cambios correlacionados en la morfología, la respuesta al estrés y el tamaño del cerebro”.
Los investigadores replicaron varios trabajos anteriores en los que ya se establecían comparaciones entre el tamaño de los cráneos de gatos domésticos y salvajes. Sin embargo, algunos de esos estudios solo comparaban a los gatos modernos con el gato montés europeo, que ya no se considera como su antepasado directo. La investigación actual muestra que el cerebro de los gatos domésticos ha sufrido una sustancial reducción de hasta el 25% en comparación con los gatos monteses africanos y europeos. Los investigadores también examinaron una serie de especies híbridas de gatos salvajes/domesticados y encontraron que estas medidas craneales encajan perfectamente con la media entre las especies salvajes y domésticas.
En base a la suma de todos estos datos, los investigadores señalan que la domesticación ha tenido un efecto significativo en la evolución de los gatos durante los últimos miles de años, un fenómeno que también puede observarse en muchas otras especies de animales domesticados. “Los cambios en el volumen craneal han sido bien documentados en otras especies domésticas como conejos, ovejas, perros y muchas más”, explica el informe. La compresión de este fenómeno aporta una nueva perspectiva no solo para los cambios de desarrollo inducidos por la domesticación, sino también para la conservación de muchas especies salvajes amenazadas por la hibridación con animales domésticos.