cultura

Teodora, la mujer por la que Justiniano I cambió la ley del Imperio bizantino

El emperador romano vivió junto a su esposa Teodora uno de los romances más legendarios de la historia.

Justiniano I es ampliamente reconocido en el mundo legal y lo ha sido desde que fue emperador del Imperio bizantino en el siglo VI. Su fama en esos círculos se debe a un impresionante legado: la compilación uniforme del derecho romano en la obra del Corpus Juris Civilis, que todavía es la base del derecho civil de muchos Estados modernos.

El Imperio bizantino le sobrevivió casi 900 años, pero aun así el nombre de Bizancio aparece irre­mediablemente ligado al de Justiniano I el Grande, el emperador que, con la mirada puesta en Occidente, acertó a llevar el esplendor a Oriente y convertirlo en el siglo VI en un ejemplo de prosperidad. No sorprende que se haya escrito mucho sobre esa era y sobre Justiniano, a menudo llamado "el último de los romanos". Lo curioso es lo poco que se escribió sobre su esposa Teodora, no sólo porque reinó junto con él, algo inusual en ese entonces, sino porque vivieron uno de esos romances que marcan la historia.

Lo que nos llegó de la época sobre ella es un retrato esbozado en uno de los textos más extraños que sobreviven de la antigüedad: "Historia Secreta" de Procopio de Cesarea, quien fuera secretario personal del gran general de Justiniano, Belisario. El escrito, que el autor no se atrevió a publicar cuando los protagonistas estaban vivos, es un ataque violento contra Belisario, su esposa Antonina, su amiga Teodora y el propio Justiniano. Fue Procopio quien la apodó "Teodora del prostíbulo" con ánimo de insultarla. Aunque, sin ánimo de hacerlo, Juan de Éfeso, el historiador y líder de la Iglesia ortodoxa oriental en el siglo VI, también dice que ella "vino del prostíbulo".

Teodora nació aproximadamente en el año 495 d.C. en Constantinopla. Su padre era un cuidador de osos del hipódromo de Constantinopla y murió cuando ella tenía 5 años. Su madre, una artista de teatro, se volvió a casar y le consiguió a su nuevo esposo el mismo trabajo que tenía el anterior. Paso seguido, le enseñó a sus niñas los movimientos de brazos y los silenciosos gestos que hubieran sido reconocidos por el público del teatro de la época, y se las llevó al hipódromo.

La hermana de Teodora se convirtió en una cantante famosa y ella, en actriz, bailarina, mímica y comediante.A los 15 años, era la estrella del hipódromo. También era, como muchas actrices, una prostituta. A los 18 años, lo dejó todo para convertirse en la amante del gobernador de la actual Libia. Poco después se separaron, y en su camino de vuelta a Constantinopla Teodora se unió a una comunidad ascética en el desierto, cerca de Alejandría.

La experiencia la hizo devota del monofisismo, una rama del cristianismo que sostiene que Jesús es completamente divino, no divino y humano como mantiene la Iglesia ortodoxa y la Iglesia católica. Como resultado, renunció oficialmente a su vida de actriz y, cuando llegó de vuelta a la capital del Imperio, se estableció cerca del palacio para ser hilandera de lana. Tenía 21 años y fue entonces que conoció a Justiniano.

Ella era hermosa, segura de sí misma y aguda; él, reservado, poco dado a sonreír y no tan agraciado. Sin embargo, "él estaba dedicado a ella, y se tenían una confianza mutua absoluta", según el historiador Robert Browning autor de "Justiniano y Teodora". El problema era legal: en ese momento estaba prohibido que un funcionario de gobierno se casara con una actriz, término que era sinónimo de prostituta, así esta se hubiera "reformado".

A pesar de que Justiniano era poderoso y tenía gran influencia sobre su tío, su tía, la emperatriz Eufemia, se negaba a aceptar el matrimonio, se dice que porque se veía reflejada en Teodora, pues su pasado también era vergonzoso. No obstante, poco después de la muerte de Eufemia, Justino accedió a cambiar la ley. Se casaron en el año 525 d.C.

Juntos crearon un legado perdurable, dando forma a nuestro concepto de la Estado occidental moderno, al poder de la Iglesia ortodoxa oriental y a la base del derecho europeo.

Noticias Relacionadas