Tras el misterio de las células madre

Un equipo de investigadores bonaerenses intenta derribar mitos alrededor de uno de los temas más trascendentales de la ciencia médica

Una célula madre es distinta al resto de las que existen en el cuerpo humano. Es más inespecífica que las otras y tiene una doble capacidad: en determinadas condiciones fisiológicas puede permanecer como tal, multiplicarse y generar nuevas células madre. En otras, ante el desgaste o lesión del órgano que la aloja, es capaz de convertirse en cualquier otro tipo de célula necesaria para mantenerlo estable”, dice Ricardo Dewey, investigador independiente del Conicet en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas. 

Sus palabras buscan ser precisas en función de las múltiples dudas alrededor de un concepto que trata de aclarar en su flamante libro, Células madre de cordón umbilical. Discusión en la Argentina: entre mitos y realidades, escrito en colaboración con Marisa Miranda y Gustavo Vallejo, investigadores independientes de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), respectivamente. La edición se realizó, por otro lado, con el apoyo del sello editorial de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam).

“El libro surgió como una inquietud ante un nicho vacío, un espacio de comunicación que no estaba cubierto debidamente. En nuestro país hay mucha gente hablando de células madre de cordón umbilical sin la formación necesaria y se genera en el público general una gran confusión sobre el tema”, explicó Dewey.

La obra aborda la temática desde una perspectiva multidisciplinaria: Dewey es doctor en ciencias naturales, Miranda y Vallejo, en ciencias jurídicas e historia respectivamente. El equipo se constituye además con profesionales en comunicación y educación. “Decidimos investigar y contar cuál es la situación en la Argentina desde el punto de vista legal, comunicacional, bioético e histórico para que aquél que se acerque al libro pueda tener una serie de herramientas útiles. El objetivo es contribuir a la democratización del conocimiento y del acceso a la salud”, expresó Dewey. 

Vallejo, por su parte, dijo: “Cuando empezamos a abordar el tema nos interesaron dos aspectos puntuales, por un lado, el impacto social, y por otro, el marco regulatorio, ya que el tema está atravesado por cuestiones que trascienden a la práctica estrictamente biológica, médica o terapéutica”.

El tratamiento médico consiste en trasplantar células madre a tejidos u órganos dañados con el fin de acrecentar su ritmo de producción celular. 

Según el Incucai, la única práctica con células madre que ha demostrado seguridad y eficacia científica es el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) en casos de enfermedades oncohematológicas (la más notable de ellas, el cáncer). Fuera de este tratamiento no existe evidencia clínica ni tratamientos establecidos a nivel nacional e internacional que hayan demostrado la eficacia del uso de células madre para curar otras enfermedades.

El hecho de que estas células impliquen, además, el uso de embriones humanos y de tejido cadavérico fetal implica un cuidadoso examen de las cuestiones éticas relacionadas con el progreso de la investigación biomédica. 

Aclarando confusiones 

“La primera gran confusión se genera al momento de definir qué es una célula madre. Se habla de las del cordón umbilical y parece que solo ese tipo de células existieran allí. Entonces aquellos padres que están ante un momento emocional tan trascendente como es el nacimiento de un hijo se encuentran además con el peso de tener que decidir si guardan ese material genético pensando en enfermedades futuras del bebé, porque es una chance única. Pero, en realidad, no se informa que en los adultos hay células similares que también pueden usarse con los mismos fines terapéuticos”, aclara Dewey.

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