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Un grupo de investigadores de Indonesia detectó el extraño fenómeno sucedido en el siglo XIX y advirtió que hoy podría estar pasando lo mismo.
CienciaDesde su fundación, los pasadizos secretos han sido uno de los mayores misterios de la ciudad. En diálogo con diario Hoy, el museólogo Ezequiel Aldazábal cuenta por qué no pone en duda su existencia.
07/06/2021 - 00:00hs
Los túneles existen. Esto es lo primero que hay que decir cuando se habla de los míticos pasadizos que, bajo la superficie, cruzan las calles de la ciudad. Su origen se remonta a la fundación misma de La Plata, dos siglos atrás. Luego, la memoria oral de los platenses construyó buena parte de la historia hasta que, en la década de 1990, la publicación de un libro sobre el tema terminó por instalarlo en el ADN de la ciudad.
Más tarde, en 1997, la Municipalidad reconoció oficialmente el primer túnel secreto: una cámara de dos metros de diámetro hallada en los subsuelos del pasaje Dardo Rocha, que estaba siendo remodelado. Eran los años en los que el libro de Gualberto
Reynal, La historia oculta de la ciudad de La Plata, era furor, al igual que sus presentaciones y conferencias.
“No era un túnel, sino parte de los cimientos de un edificio que alguna vez fue estación de tren”. La afirmación tajante es de Ezequiel Aldazábal, un platense que desde hace 20 años investiga sobre la historia y el patrimonio de la ciudad. “Lo que llama la atención del trabajo de Gualberto Reynal es la carencia de fuentes, lo que me empujó a investigar, a hablar con historiadores de la ciudad, a recorrer archivos y museos. Y encontré que más allá de que hubiera o no fuentes de información, la gente tenía un relato que contar: siempre un amigo o un familiar o el mismo que relataba había entrado a uno de los túneles de La Plata. Era una historia que corría de boca en boca y venía de mucho antes del libro de Gualberto Reynal. Siempre destaco que, si bien no tiene rigor científico, fue el primero que puso por escrito un montón de relatos orales que existían”, contó a diario Hoy Aldazábal.
¿Por qué se repiten las historias de túneles que se habrían usado como vías de escape ante situaciones críticas en las dependencias más importantes de La Plata? ¿Cómo y por qué subsisten en una ciudad tan racional en su fundación, tan matemática? Estas preguntas guiaron durante años las investigaciones de Ezequiel Aldazábal y Agustín Natansohn, quienes llegaron a una conclusión: “Nos dimos cuenta de que las historias sobre los túneles de la ciudad tienen valor en el hecho de existir en el imaginario colectivo. Mi propuesta como investigador es recuperar el patrimonio de La Plata tanto tangible como intangible. El patrimonio intangible se compone de todas las historias, relatos y costumbres de la ciudad, y los túneles del mito tienen tanto valor como los túneles físicos para la identidad y para la historia de la ciudad”.
Historia reciente
En 2010, después de que el blog de Aldazábal y Natansohn, “Túneles en la ciudad de La Plata”, fuera declarado de interés municipal, una ONG los contactó para abrir el túnel de la plaza islas Malvinas, un pasadizo de casi 50 metros. “Fue una picardía cómo se abrió porque la ONG que nos convocó tenía intereses políticos. Aun así fui el primero en bajar. Luego pedimos que vinieran arqueólogos pero la ONG se negó porque decían que iban a quitarle protagonismo a su trabajo. Terminaron llevando containers a la plaza y sacaron a paladas todo registro histórico, lo que ellos consideraron basura. Y aunque lo denunciamos por todos los medios posibles se perdió todo”, lamentó Aldazábal.
El museólogo y estudiante de Antropología Ezequiel Aldazábal, quien también está involucrado en proyectos de recuperación de la Casa Arana y el Palacio Piria, aseguró: “Tengo los planos de otros túneles para abrir, pero no he avanzado sobre eso después de lo que pasó en 2010 en la plaza Malvinas. Hay al menos dos más para abrir, tengo los planos de estos túneles. Pero no puedo decir más, estoy esperando a la gente idónea y el momento idóneo”.