Un artesano de las motos antiguas

Jorge Fernández Aricó vive en City Bell y es un apasionado por las motos antiguas. Sus obras, muestras decorativas, son realizadas con cartón y acaparan cada vez más la atención de los fanáticos.

Una pasión, un pasatiempo y una obra sobre ruedas que capta a fanáticos motociclistas que comparten desde las redes sociales el resultado de un trabajo certero y prolijo. “Soy un artesano, apasionado por las motos antiguas. Estas son algunas de mis obras”, se presenta Jorge Fernández Aricó, desde su hogar en City Bell.

En diálogo con diario Hoy, confiesa: “Siempre me gustó lo que es el motociclismo y lo antiguo. Y un poco lo antiguo va relacionado con los materiales que trabajo. Normalmente estas motos antiguas tienen líneas rectas. Si quiero hacer una moto moderna con todas las curvas que tiene es imposible con cartón. Entonces, (las motos) de los años 10 a los 30 suelen tener este tipo de líneas más rectas”.

El comedor de la casa, por momentos, se transforma en taller. En estos días, Jorge se encuentra finalizando una Harley Brough Superior 1925. En otra mesa, terminada, una Harley Davison CAC Speedway de carreras de 1930. No son las únicas. Había otras cuatro que fueron vendidas a un coleccionista que se interesó en las obras. El proceso, por cada motocicleta, dura aproximadamente dos meses.

Una historia, como tantas, que nació en pandemia, como una alternativa para pasar el tiempo en su hogar. El cartón y las témperas, apunta, estaban al alcance de la mano gracias a la profesión de su compañera de vida, una docente platense.

“La idea es contactar a algún museo que le puedan interesar, hacer réplicas a pedido. Lo hago porque me gusta, me apasiona, me gusta el desafío. La vida me fue dando la experiencia”, remarca el artista de 59 años, quien se desempeña como empleado metalúrgico en una fábrica de Capital Federal.

Y continua: “Normalmente busco modelos que casi no existen. La idea es recatar un poco la historia de las motos que no hay y se puedan visualizar. Es un cuadro en 3D porque no deja de ser un bastidor donde yo pinto y genero toda la ilusión. Da otra perspectiva”.

Repercusión

Su hijo Laureano, más hábil en el manejo de las redes sociales, fue publicando sus obras en grupos de Facebook que comparte la pasión por las motos y el resultado fue asombroso.

“Las ha publicado en una página española y me llamaron de todos lados. ¿Como la hiciste? ¿cuánto valía?”, remarca en cuanto a algunos de los comentarios y mensajes que recibió.

Y agrega: “Hay un par de propuestas para exposición. Hay un museo también del automóvil que por ahí les interese para exponerla. Si en algún momento surge otro interés también es viable”.

Quienes desean saber más sobre el autor de las obras pueden visitar el Instagram @jaf.artedeco y el Facebook Jaf Artedeco. “La intención es mostrar el arte, difundirlo. Retratar objetos antiguos que no existen más y poder volverlos casi a la realidad. Siempre me apasionaron las motos. Me gusta la antigüedad, las cosas oxidadas, lo voluminoso”, completa.

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