Little Foot fue descubierto, durante los noventa, en una cueva en Sudáfrica.
Descubierto en la década de 1990 en una cueva en Sudáfrica, Little Foot es el esqueleto casi completo de un Australopithecus, mucho más antiguo que la mayoría de los otros antepasados humanos. A partir de un análisis con tecnología de vanguardia, científicos de la Escuela de Medicina Keck de la USC (Universidad del Sur de California) descubrieron que si bien poseía rasgos humanos para caminar erguido, los componentes de los hombros resultan claramente simiescos: sus brazos eran estaban adecuados para colgarse de las ramas y trepar por los árboles. “Little Foot es la piedra Rosetta de los primeros antepasados humanos”, dice Kristian J. Carlson, autor principal del estudio.