Una cancha con la esencia de un ángel
Hace menos de una semana Gimnasia, en su predio abastense, bautizó a un campo de juego profesional cintético con el nombre de Angel Mariscal, quien dejó el legado de padre, “diciendo las cosas muy claras y precisas”. En noviembre cumpliría 89 años
Paradoja de un grande al que el homenaje le llegó tarde, post mortem, desde el pasado sábado 14 de abril una cancha de piso moderno (césped artificial) que llevará el nombre de un DT hecho a la medida de los pibes: Angel Mariscal. Querido como pocos en Gimnasia y Esgrima La Plata. Orientó a las divisiones Juveniles en la década del ’70 y ’80, cuando los campos de juego levantaban nubes de polvo.
Había llegado de su pueblo a los 18 años. Empezó como DT en los torneos de la Escuela 66, con su primer equipo, Dardo Rocha.
En una revista oficial (GELP, de 1978) explicó su metodología. “Según mi criterio, llego al club porque no se prestaba la debida atención a las pre de AFA”, afirmó. Su ladero fue Daniel Oscar Manfredi, alias “Pando”.
Muchos jugadores que llegaron a profesionales, tuvieron la dicha de tenerlo. Lo que aún recuerdan que en su vehículo (un Siam Di Tella) pasaba más horas dedicados al club que a su propio empleo. Y no cobraba nada por lo que hacía. “Te compraban el pancho y además, Mariscal, me seleccionó para ir a un torneo nacional de habilidades futbolísticas que organizaba Coca Cola, en el estadio de Ferro”, contó Mariano Fernández, delantero clase ‘65.
Alfredo Rifourcat, quien llegó a triunfar, evocó cuando el DT llegó a su casa para hablar con el padre. ‘Lo voy a suspender por una semana’, le informó. Salté que no iba a ir a jugar más, pero no fui más por una semana”.
Ariel Ulloa fue otra promesa que Mariscal vio en Saladero: “Una vez, contra San Lorenzo, el referí nos venía bombeando mal y de lástima nos dio un penal; yo era el encargado de patear, y Angel me gritó ‘tiralo afuera porque no queremos regalos’. Cuando jugué el primer partido (en la B- 1981) fue el primero que me esperó a que saliera del vestuario”.
“Las hago bien o no las hago”
En aquella nota, que rescató para Hoy el fundador del Museo albiazul Miguel Pacheco (85), el DT confesó: “las hago bien o no las hago”. Respecto a las pruebas “había todo el año con el requisito de ir con pantalones cortos y un par de zapatillas. Por motivos de costos y gastos, prefiero los chicos de la zona”.
Lilian Crosa, con quien se casó a los 50, evocó que “vivía para Gimnasia, por el fútbol que no le habían dejado practicar sus padres. Cuando llegué a Estancia Chica y vi esa cancha hermosa, además me reencontré con chicos que tuvo Angel; me decían ¡estás iguaaal!, ahora era hombres de cincuenta y pico y algunos hasta tenían una nieta en brazos. Siempre esperé algo del club y lo que más me gustó es que este homenaje fue de sus ex jugadores”. Uno que dibujó todo el sueño fue el “Colo” Jorge Reina, aquel wing ahora empresario, que ya lo había prometido en un cumpleaños Tripero. Donar la cancha en memoria del tipo al que nadie discute, quien con una palabra o acariciando la cabecita, ya afilaba los colmillos del jugador del Lobo.
Martín Angel Mariscal
Fecha de nacim.: 12 noviembre de 1928, en Las Flores (Pcia. Bs.As.)
Casado con: Lilian Crosa (vino del Uruguay), con quien tuvo a una hija, Nadia Mariscal, de 35 años. Sus hijastros fueron: Gianella, de 56, José Enrique, de 52, y Rafael, 47.
Sus trabajos: oficinas de una empresa de micros de Capital Federal, y viajante de comercio de la compañía Wella.
Fallecimiento: 1989, en La Plata.