Canadá prohibió la importación de armas de fuego

La medida estará vigente hasta que se apruebe una reglamentación en el Parlamento. El objetivo es intentar reducir la violencia en el país.

Casi dos tercios de los delitos en las ciudades canadienses durante la última década involucraron armas de fuego, según datos oficiales. Es por ello, que la medida de prohibición de importación de armas de fuego, comenzó a regir a partir de ayer en Canadá. La disposición fue dictada por decreto con el objetivo de frenar la violencia en medio de un aumento de los delitos violentos.

Esta imposición se mantendrá vigente hasta que se apruebe una igual o similar en el Parlamento, y entre en implementación un proyecto presentado el pasado mayo por el gobierno del primer ministro, Justin Trudeau. Este incluye un congelamiento nacional de la importación, compra, venta y transferencia de armas.

Respecto a la decisión de que salga por decreto, se debe a que el Parlamento está en receso de verano y no llegó a aprobar el proyecto de Ley, pero se debatirá nuevamente cuando los legisladores retomen sus tareas a fines de septiembre. Según los funcionarios, la prohibición temporal evitará que las empresas importen armas de fuego al país con algunas excepciones.

A pesar de las medidas de Ottawa para intentar reducir la violencia armada, los especialistas se mantienen escépticos sobre su eficacia, al destacar que el contrabando desde Estados Unidos es el verdadero problema.

Los datos comerciales del gobierno muestran que la importación de pistolas y revólveres en Canadá entre enero y junio de este año aumentó un 52% en comparación con el mismo período del año pasado. Cuando el primer ministro Trudeau anunció en mayo el proyecto para congelar la tenencia, “muchos canadienses corrieron a las tiendas a comprarlas”.

En comparación a Estados Unidos, Canadá tiene una legislación más estricta en materia de compraventa. Su tasa de homicidios con armas de fuego es menos de una quinta parte de la de su país vecino, pero más alta que la de otras naciones. En 2020, esta tasa quintuplicaba la de Australia; y en 2017 y 2020 se alcanzaron cifras de homicidios por esa causa nunca registradas desde 1997, según estadísticas oficiales canadienses.

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