Rusia podría cerrar la central nuclear ucraniana debido a los intensos ataques

Por su parte, Ucrania los acusó de estar bombardeando la central más grande de Europa, aunque la planta esté llena de rusos desde los comienzos de la invasión.

El Kremlin comunicó ayer que está estudiando cerrar la enorme central nuclear de Zaporiyia, que ocupa en Ucrania, si el Ejército de ese país la sigue bombardeando. Además, denunció que Kiev planea atacarla hoy con artillería para acusar a Rusia de haberlo hecho, en coincidencia con la visita al país del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

El ministro del Interior ucraniano llegó a decir que el Ejército ruso disparó con tanques contra reactores de la central. Rusia rechazó la acusación y reiteró que no ha desplegado en la planta armamentos pesados. En cambio, Ucrania sí dice que tienen ahí y los utilizan para atacar ciudades y posiciones militares cercanas.

Guterres, Estados Unidos y la OTAN quieren que Rusia permita una inspección de la planta por parte de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo director general es el argentino Rafael Grossi. Cómo evitar los temores que ha expresado el organismo de control nuclear de la ONU (OIEA) a un accidente nuclear por los ataques a la planta de Zaporiyia sería el tema central que el secretario general de la ONU tenía previsto conversar ayer con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, durante una visita a Ucrania, dijo su vocero.

Las posibilidades rusas

El teniente general Igor Konashenkov, el vocero del Ministerio de Defensa, dijo a periodistas que Rusia iba a tomar “todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la central nuclear de Zaporiyia”, incluyendo su cierre en caso de que sigan los ataques, informó la agencia de noticias rusa Interfax.

Por su parte, el jefe de las fuerzas de defensas radiactivas, químicas y biológicas de Rusia, el teniente general Igor Kirillov, denunció que unidades de artillería ucranianas tienen previsto disparar contra la central hoy. Kirillov también afirmó que este plan formaba parte de “una ruidosa provocación” que prepara Ucrania en Zaporiyia coincidiendo con la visita de Guterres, y agregó que uno de los sistemas de seguridad de la planta se había dañado como consecuencia de los ataques, advirtiendo que en caso de un accidente nuclear el material radiactivo cubriría toda Alemania, Polonia y Eslovaquia.

Las tropas rusas tomaron la central a principios de marzo, poco después de iniciar su invasión de Ucrania, el 24 de febrero. Desde fines de julio, Rusia y Ucrania se responsabilizan mutuamente de varios bombardeos recientes sobre la central nuclear, que han hecho temer una catástrofe. Ucrania acusa a Rusia de almacenar armas pesadas en la central y de usarla como plataforma de disparo sobre las posiciones de su Ejército, pero Moscú lo desmiente.

Uno de esos bombardeos cayó en un edificio de almacenamiento radiactivo y otro provocó la suspensión automática de un reactor, dijo el ministro del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky. “Nadie podía prever que las tropas rusas dispararían contra los reactores nucleares con tanques. Fue algo sin precedentes”, señaló Monastyrsky durante una visita a Zaporiyia capital, a 50 kilómetros de la planta.

El pedido de la OTAN

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, instó al Organismo Internacional de Energía Atómica a realizar una inspección “urgente” a la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, luego de sucesivos ataques en el área de los que Ucrania y Rusia se acusan mutuamente.

“Resulta urgente autorizar una inspección por parte del OIEA y garantizar la retirada de todas las fuerzas rusas” del lugar, declaró Stoltenberg en una conferencia de prensa en Bruselas, lugar en el que se juntaron varios líderes europeos para pedir lo mismo. La ocupación rusa de la central de Zaporiyia (en el sur de Ucrania) “plantea una amenaza seria para las instalaciones, eleva el riesgo de un accidente o un incidente nuclear”, advirtió.

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