Italia realiza los funerales de Estado para Berlusconi

El presidente italiano, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni, encabezarán hoy los funerales de Estado para despedir al cuatro veces mandatario Silvio Berlusconi, fallecido el pasado lunes a los 86 años. En tanto, el círculo íntimo del “Cavaliere” visitaba ayer la capilla ardiente privada en su honor, y el Parlamento anunció que, en línea con el luto nacional dispuesto por el gobierno de Meloni, cesará sus actividades toda la semana.

Mattarella y Meloni serán las más altas figuras del Estado para los funerales con los que el país despedirá al fallecido dirigente con una ceremonia en la Catedral de Milán, que los italianos llaman “Duomo”, desde las 15 (10 de Argentina), presidida por el arzobispo Mario Delpini. Además de ellos, figuras como los exmandatarios Matteo Renzi, Mario Monti, Roma­no Prodi, Mario Draghi y Paolo Gentiloni también confirmaron su presencia, informaron medios ­italianos.

La ceremonia de adiós al creador de la centroderecha moderna italiana con la fundación en 1994 del partido Forza Italia se preparaba este martes con la colocación de pantallas en la plaza que rodea al Duomo de la ciudad del norte del país y para la que se prevé la asistencia de miles de personas. Según anunció el gobierno comunal, habrá 20.000 lugares para el público que quiera despedir al político que desde 2022 era senador de la coalición oficialista.

“Hemos propuesto el sistema que solemos usar para los conciertos, con la plaza de la Catedral que generalmente tiene capacidad para 20.000 personas”, explicó el concejal de seguridad del municipio Marco Granelli en declaraciones televisivas. El féretro con los restos del también empresario de medios y fútbol recibió ayer el último adiós de su círculo de confianza político y personal en la residencia Villa San Martino, en la localidad de Arcore, unos 40 kilómetros al norte de Milán.

Fuera de la mansión, centenares de personas dejaron banderas de Forza Italia y del AC Milan, equipo que alcanzó el éxito mundial con la presidencia de Berlusconi en la década de 1990, como despedida al dirigente que, en palabras del Papa Francisco, fue “protagonista de la vida política” del país durante más de 35 años.