Integrantes del PJ bonaerense consultados por este medio indicaron que no hay motivo para que renuncien en masa todos los consejeros del partido, cuyo mandato culmina a fines de 2021.
Durante la semana que pasó, distintos dirigentes peronistas (incluido el actual presidente del PJ, José Luis Gioja) expresaron su deseo para que Máximo Kirchner sea el titular del PJ bonaerense. De hecho, en la edición de hoy, Paco Durañona, exintendente y hombre fuerte de San Antonio de Areco, le reafirmó a diario Hoy su apoyo al hijo de Néstor y Cristina (ver página 5). Lo propio hizo en las últimas horas el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
Sin embargo, lo cierto es que para que ello suceda se debería pasar por alto la carta orgánica del partido en la provincia de Buenos Aires, que indica que la presidencia debe ser ocupada por uno de los integrantes del Consejo Provincial, cargo que el actual diputado no detenta.
Esto marca que para que pueda asumir debería darse una renuncia en masa de todos los consejeros provinciales, algo poco probable, más allá de las voluntades que expresen su apoyo al hijo de Cristina Fernández.
Fuentes cercanas a este multimedio indicaron que, por caso, no se daría ninguna renuncia de las cuatro personas que ocupan esos cargos partidarios en esta ciudad, ya que ni Gabriel Bruera, ni Gonzalo Atanasof, ni Susana Mariño ni Fabián Lugli dejarían vacante su lugar antes de la finalización de su mandato. Por lo que, de ser así, Máximo Kirchner debería esperar a las elecciones partidarias, que se darían tras las legislativas de este año.
Por lo bajo, los peronistas que ocupan altos mandos en distintos municipios y en la actual formación del PJ bonaerense que fueron consultados por diario Hoy aseguran que “no se puede poner a dedo a nadie. No lo vamos a permitir”. Y agregan que el perfil del partido no es La Cámpora, es decir que el peronismo no es solo La Cámpora, sino que esta organización es una más de las que componen el Frente de Todos.
Los disconformes con esta imposición de Máximo y en la que aseguran que Insaurralde está metido en el medio serían los jefes comunales de Ituzaingó, Alberto Descalzo, de Hurlingham, “Juanchi” Zabaleta, de Merlo, Gustavo Menéndez, y de Echeverría, Fernando Gray. Estos dos últimos actualmente son presidente y vice, respectivamente, del PJ bonaerense. De todas formas, no están en contra de que Máximo presida el PJ, pero debe estar dispuesto a dar batalla en una elección, tras finalizar el actual mandato. Esto último es lo que no están dispuestos a esperar quienes impulsan la candidatura del diputado nacional.
Consultados por el tema, fuentes allegadas al intendente de Esteban Echeverría le aseguraron a este multimedio que antes de discutir el futuro del PJ hay “por lo menos veinte temas antes”, como la pandemia, la vacunación y los cortes de servicios. “Si quiere un lugar en el partido, está bien, pero debe pasar por todos los estadíos para ser electo”.
Además, hay dirigentes que están muy fastidiosos con esta grieta que se quiere instalar puertas adentro del PJ, ya que aseguran que costó mucho que el peronismo se rearme tras la derrota en 2015 contra Macri.
Las urgencias del hijo de la vicepresidenta no estarían directamente vinculadas con la autoridad en el partido y hay quienes sostienen que están aferradas a sus ganas de ocupar el lugar que hoy tiene Axel Kicillof, pero para ello aún debe escalar en la estructura bonaerense.